La sociedad está cambiando

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Nuestro alcalde Rodrigo Lara es la prueba

La desesperanza pareciera haberse apoderado de nuestra sociedad, la rampante corrupción, ilegalidad e impunidad hacen pensar que es imposible combatir las mafias que han sometido a nuestros pueblos, dejándonos inmersos en un círculo vicioso del que, como en el mito del laberinto de Dédalo, pareciera no haber salida.

A pesar del desolador panorama, hay líderes y personas que nos resistimos a tener que soportar esta condena injusta y a aceptar, sin dar la pelea, como lo hizo Teseo con el Minotauro, el estigma al que nos quieren someter los que creen que todo vale. Nuestra sociedad no es la misma, cada día, desafortunadamente a paso muy lento, somos más educados, más críticos, no tragamos entero y queremos y exigimos más de los gobernantes de turno.

Prueba de lo descrito es que, de un tiempo para acá, en algunas ciudades se presentan fenómenos políticos que rompen paradigmas y llevan al poder a dirigentes que sin “invertir”, ni pagar para llegar, empiezan grandes procesos de transformación.

Ya hemos visto y vivido lo que se puede hacer, ejemplos hay, como Fajardo que inicio un proceso de transformación en Medellín que la llevo a ser catalogado como la ciudad más innovadora del mundo, o con Mockus, que comenzó el proceso de cultura ciudadana en Bogotá, que trato de consolidarse y materializarse con Peñalosa pero que se fue al traste con la llegada de los Luchos, Morenos y Petros.

En las últimas elecciones vimos como en ciudades como Bucaramanga, Cali y por supuesto Neiva, se eligieron personas completamente apartadas de esos círculos viciosos de poder, que llegaron sin el apoyo de las maquinarias de siempre y sin los recursos comprometedores de contratistas y negociantes de la política.

Esta nueva sangre de políticos serios, con un espíritu de cambio y transformación, encuentra todas las dificultades del mundo para lograr sus objetivos pues se convierten en un ¨peligro¨ para esas mafias de poder que no quieren perderlo y desean mantenerlo a cualquier costo, calumniando, atacando sin causa y lamentablemente, muchas veces, hasta matando.

El proceso de cambio ha iniciado y Neiva es testigo de ello, muestras como el ejercicio realizado el viernes pasado en la ciudad, en el cual se invitó a la comunidad a un día sin carros y sin motos, son ejemplos del cambio. El evento voluntario y no obligatorio, movió las fibras de la ciudadanía, que cívicamente acogió la medida y se movilizó, con dificultades, pero con compromiso de ciudad, en los medios de transporte tradicional y no muy eficiente que tenemos.

Hechos como estos demuestran que la sociedad tiene ganas de cambiar, que quiere líderes que la lleven por el camino del bien y el progreso y que se cansó de los círculos viciosos y ahora quiere tener círculos virtuosos que nos lleven a un desarrollo sostenible.

Por: Diego Muñoz Marroquín

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