Corrupción y contratación pública

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El objetivo de los  negociantes de la política -hay que reafirmarlo en esta época electoral- es apoderarse de la contratación pública y por eso despliegan sus mejores esfuerzos en la financiación de candidatos que se comprometen con ellos a que cuando lleguen al cargo elegido –gobernador o alcalde, particularmente- les adjudicarán los contratos públicos a dedo.

Eso da como resultado la existencia de los elefantes blancos, de las obras inconclusas, del derrumbe de algunas con muertos y heridos, de la insuficiencia  permanente del erario para emprender las obras que la comunidad necesita.

Para los carteles de la contratación que se forman a todos los niveles, lo importante es tener en alcaldías y gobernaciones sumisos funcionarios que les entreguen los contratos públicos a dedo, sin tener en cuenta condiciones de idoneidad y honestidad.

Y se empeñan en promover sus candidatos inclusive cuando estos ya se encuentran casi en incapacidad física, por sus quebrantos de salud, para ocupar los cargos buscados. Lo importante es tener el poder y tenerlo en personas que respondan sin vacilaciones a  sus intereses económicos.

Administrar sin la contratación a dedo, sin beneficio de quienes financiaron las campañas electorales, ha sido en los últimos una bandera de partidos y líderes honestos. ¿Se ha logrado?

En la administración de Rodrigo Lara Sánchez, en cumplimiento del programa político que lo llevó a la Alcaldía, los contratos de obras públicas, a los cuales aspiraban apenas uno o dos proponentes (un promedio de 1,5 por contrato) se elevó a 15 en promedio, y en muchos casos hasta 50 y más.

A nivel nacional,  por eso,  y según informe oficial aparecido en SEMANA, número 1.923 (10-17 de marzo de 2019, página 58) la Alcaldía de Neiva ocupa el sexto lugar en el “ranking” de mejores prácticas de contratación, superada solo por Invías, el Instituto de Infraestructura de Cundinamarca,  Aerocivil, la Gobernación de Santander y la Alcaldía de Bucaramanga, y por encima de todas las otras gobernaciones  y alcaldías del país.

Y Neiva fue la primera ciudad colombiana en aplicar el  “pliego tipo”  lanzado por el gobierno nacional en su lucha contra la corrupción, y la primera en utilizar totalmente la herramienta SECOP II, en la toda la contratación.

Este es el mejor legado que la administración Lara Sánchez le deja a la ciudad; su máximo aporte a la transparencia de la administración.

¿Cuál o cuáles candidatos se comprometen a mantener esa política en Neiva? ¿Cuál o cuáles candidatos enarbolarán la bandera de  la transparencia y la lucha contra la corrupción?

Los votantes deben mirar con atención a este asunto, vital para nuestro futuro. Lara Sánchez ha puesto muy alto el punto para los siguientes alcaldes. ¿Estarán a su altura? La historia lo dirá.

Por: Delimiro Moreno – morenodelimiro@gmail.com
Twitter: @opipaisa

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