Cuando una persona es propositiva su actitud siempre estará encaminada hacia la acción, pero no de una forma precipitada, sino reflexiva, logrando aportar conclusiones concretas, con argumentos sustentables y soluciones viables, a las problemáticas a las que se enfrente.
La actividad turística, como muchas otras actividades de gran influencia en la cotidianidad actual, se enfrentan a un gran desafío, relacionado a la facilidad con que algunos “expertos” en la materia, realizan criticas destructivas a procesos que creen conocer a fondo.
En esta nueva era digital se ha viralizado que los “Turistólogos”, “Epidemiólogos”, “Politólogos”, y muchos otros especialistas en temáticas que muy seguramente poco conocen, se atrevan a dar opiniones sin argumentos, o lo que es peor a atacar y hacer virales puntos de vista personales, inclusive algunos de forma agresiva, violenta y denigrante, lo que en realidad no conlleva a aportes sustanciales a sus problemáticas; desconociendo en muchos casos procesos técnicos que se vienen desarrollando para sacar adelante actividades estratégicas, como es el caso de las que se refieren a la temática turística.
Lo que no se imaginan estos “personajes” y quienes aplauden sus “argumentos” populistas, es el enorme daño que le pueden causar al posicionamiento de un destino, con ese tipo de acciones. Si bien es respetable e indiscutible el derecho que tienen todos los seres humanos a la libre expresión, esta se debe ejercer de manera responsable.
Los derechos de las personas a exponer libremente sus consideraciones, van hasta cuando con esto, se vulneran los derechos de otras personas o de la comunidad en general, y utilizar medios virales para exponer problemáticas comunes a cualquier actividad, sin propuestas constructivas para su solución, y solo con el fin de satisfacer egos y reavivar rencillas personales, es una pésima decisión.
El turismo es una actividad demasiado susceptible a cualquier tipo de acción, que ponga en tela de juicio la capacidad del destino y de sus habitantes, para poder sobrellevar y solucionar de manera interna, las problemáticas que se pueden suscitar, lo que es normal en cualquier tipo de actividad económica.
Viralizar lo negativo, por encima de lo positivo, siempre será un riesgo para una operación turística local. Ningún turista querrá acudir a un destino, donde, hasta sus propios habitantes manifiestan abiertamente inconformidades y lo que es peor sin aportar propuestas claras a sus soluciones.
Sin ánimo de pretender que las personas simulen una conformidad inexistente, la invitación es a que se sigan con más detenimiento los procesos realizados, que se contribuya a su mejoramiento a través de críticas, pero constructivas, y que se trate de dar solución a todas las situaciones que se presenten sin que medie el interés mezquino de figuración de algunas personas, que realizan sus criticas sin un fin propositivo.
Trabajemos todos de la mano por el desarrollo de un Turismo Propositivo en nuestro Departamento, aprendamos que solo con aportes positivos es como se construye región, y que, en una actividad como la Turística, el principal actor de desarrollo del destino son sus habitantes, empresarios, emprendedores y líderes.
El Huila es un paraíso por descubrir, descubramos y difundamos lo hermoso de este paraíso, y solucionemos nuestros conflictos de manera interna, nuestras problemáticas con aportes, y nuestras falencias con trabajo, esta es la única forma de llegar a ser un destino de talla mundial.
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Por: Hugo Andrés Rivera Collazos
Correo: hrivera.consultores@gmail.com – Twitter: @hugoandres1975