A 2050 alrededor de las tres cuartas partes de la canasta energética del país seguirán dependiendo de los combustibles fósiles.
Así, el petróleo, sus derivados, y el carbón, para ese momento continuarán siendo en buena parte la fuente de energía para el territorio nacional, según lo que se puede deducir del Plan Energético Nacional PEN 2020 – 2050, elaborado por los técnicos de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), documento en el que se plasman algunas ideas sobre el futuro del sector energético colombiano que pueden servir de base para la elaboración e implementación de una política energética.
Nuestro nivel actual de dependencia de los combustibles fósiles nos encamina hacia un rápido agotamiento de estos materiales finitos. Es decir, si no tenemos cuidado, nos quedaremos sin nuestros recursos no renovables. Eso significa no más petróleo, gas natural e incluso carbón.
La quema de combustibles fósiles en centrales eléctricas también es perjudicial para el medio ambiente, estamos hablando de todo, desde la contaminación del aire, de las fuentes hídricas hasta la destrucción de ecosistemas enteros.
Ahora podemos reducir esta dependencia de los combustibles fósiles como el petróleo, el carbón y el gas natural, gracias al crecimiento de las fuentes de energías alternativas. La energía alternativa es cualquier cantidad de energía derivada de fuentes de combustibles no fósiles.
En general, el uso de energías alternativas tiene un bajo impacto ambiental, siendo la energía eólica terrestre y la energía solar fotovoltaica, respectivamente, las opciones más asequibles cuando se trata de producción de energía. Otros nombres de energía renovable que puede escuchar son energía limpia o energía verde. Cuando utilizamos recursos renovables para producir energía, es mucho más respetuoso con el medio ambiente que la quema de combustibles fósiles.
El dióxido de carbono y las emisiones adicionales de gases de efecto invernadero son los principales contribuyentes al cambio climático y al calentamiento global. Las fuentes de energía alternativa tienen una huella de carbono mucho menor que el gas natural, el carbón y otros combustibles fósiles. El cambio a fuentes de energías renovables para producir electricidad ayudará al planeta al desacelerar y revertir el cambio climático.
Hacer el cambio a energía eólica y solar puede potencialmente salvar hasta 7 millones de vidas cada año al reducir los contaminantes del aire, al desacelerar los efectos del cambio climático y eventualmente revertirlos, podemos esperar ver una reducción en el clima extremo como sequías, inundaciones y tormentas causadas por el calentamiento global.
Podemos diversificar nuestro suministro de energía, implementando el uso generalizado de tecnologías de energía renovable a gran escala y minimizando nuestra dependencia del combustible importado.
Tanto los gobiernos como los consumidores individuales tienen la capacidad de hacer una reducción sustancial en su huella de carbono, impactando directamente el calentamiento global y el cambio climático, mediante la búsqueda de fuentes de energía alternativas.
Por: María Fernanda Plazas Bravo
Twitter: @mafeplazasbravo
Ingeniera en Recursos Hídricos y Gestión Ambiental
Especialista en Marketing Político – Comunicación de Gobierno
Universidad Externado de Colombia