A mediados de enero el presidente, Juan Manuel Santos ordenó a sus ministros viajar en clase económica. “Les dije a los ministros que, por favor, en el país viajaran en clase económica, que den ejemplo de austeridad y que los viajes que hagan los hagan en clase económica”. En un año de dificultades hay que abrocharse el cinturón.
Menos de un mes después de esa orden presidencial, trasciende que para la celebración de los 15 años del Plan Colombia, dos aviones (uno de estos el presidencial) llegan a Washington con el cupo lleno.
La mayor parte de estos invitados, además de estar presente en la ceremonia a la que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama invitó a los expresidentes Pastrana y Uribe, harán acto de presencia en la inauguración de la nueva sede de la embajada de Colombia en el país del Tío Sam. El predio, ubicado en exclusivo sector de la capital de Estados Unidos, costó unos 33 millones de dólares. ¿Es contradictorio el mensaje austero?
El gobierno insiste en que está haciendo cosas para reducir costos y de ese libreto no se sale el embajador de Colombia en Estados Unidos, Juan Carlos Pinzón.
En diálogo con la W, el exministro de defensa habló de lo que le ofrecerán a los invitados a la inauguración de la nueva sede situada en la avenida Massachusetts. No será, y contrario a lo que muchos piensan (o por lo menos es lo que quieren comunicar) un menú sofisticado.
“El evento no tiene un costo mayor. La inaguración de la embajada corre por mi cuenta y es textual”, resaltó. A los invitados les vamos a dar café agua y achiras, ese será el menú y es porque precisamente queremos dar esa imagen de austeridad”.
Pinzón señaló la presentación del espectáculo colombiano Delirio, que tendrá lugar en el Lincoln Theatre, fue financiada por la empresa privada.
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Por: www.kienyke.com