Desde que el médico especialista en cirugía de tórax, Rodrigo Armando Lara Sánchez, fue posesionado como alcalde de Neiva y éste determinó bajo parámetros y fundamentos inexplicables desde el punto de vista profesional, experiencial o político el nombramiento de la que en ese entonces ejercía como gerente del Centro Comercial San Pedro Plaza, la arquitecta tolimense Cielo Ortiz Serrato, como gerente de Empresas Públicas de Neiva, han llovido las críticas en torno a todo lo que se ha hecho en esta entidad oficial.
Para nadie es un secreto, ni se ha escondido de alguna forma, que esta empresa se ha manejado de manera caprichosa y absolutamente gris, poniendo en riesgo inminente y sin consideración alguna la salud pública de los neivanos quienes hemos sido los grandes perjudicados de estas pésimas y dudosas decisiones tomadas al interior de dicha empresa municipal.
Las Empresas Públicas de Neiva fueron un caballito de batalla para que el concejal Mateo Trujillo, hoy presidente del Cabildo Municipal, llegara a esta corporación con la fuerza y el vigor que lo hizo y de alguna manera fue también tema importante del discurso acerca de la transparencia y honestidad que manejó el alcalde Lara Sánchez, pues siempre se citó a las EEPP como un foco de corrupción y se denominó como la caja menor del burgomaestre de turno.
Las cosas no han cambiado mucho y la que actualmente se conoce como Las Ceibas, Empresas Públicas de Neiva, continúa administrándose de manera muy ambigua, proporcionándole al mandatario municipal todos los problemas que se puedan imaginar en cuanto a popularidad real y aceptación verdadera por parte de los neivanos.
El famoso contrato de suministro de insumos para la potabilización del agua que generó zozobra y malestar entre todos los neivanos fue forzosamente tumbado, por todas las falencias acaecidas, logro que se le debe en gran medida al concejal Trujillo, quien mantiene su compromiso vivo frente a la comunidad que representa, con una seriedad y rectitud que bien vale la pena resaltar.
Yo francamente continúo muy preocupado porque el desmangurre, el desorden, la falta de transparencia, sumados al descaro, improvisación e inexperiencia, continúan rampantes en esta empresa oficial, cosa que debería despertar vehementemente los ánimos de otros concejales como Leila Rincón, Juan Carlos Ramón, el popular Chulo Garzón y otros que ejercen con responsabilidad su misión de ejercer control político
Por lo tanto, con la venia o el perdón de Rodrigo Lara Sánchez a quien estimo, quiero decirles que continuaré hablando de este tema y profundizaré en algunos asuntos que deben ser tratados públicamente, porque precisamente por la apatía y la falta de interés del pueblo es que sus gobernantes hacen fiestas con lo que es público y sagrado.
Cierro con la siguiente frase de Confucio: “Mucho más excelente es la virtud del que permanece fiel a la práctica del bien, aunque el país se halle carente de leyes y sufra una deficiente administración”.
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Por: Hugo Fernando Cabrera Ochoa – hfco72@gmail.com