La más reciente reforma laboral, ha llevado a que el presidente retome una retórica de defensa en las calles y a través de las marchas y manifestaciones sociales. Aunque pareciera decidido en sumar sus esfuerzos en sacar adelante varias de sus reformas a través de un mecanismo de consulta popular, podría ser también una de sus estrategias para seguir posicionándose de cara a las futuras elecciones.
Hablar de reformas en Colombia es invocar fantasmas a los que muchos colombianos les temen. Primero, porque los gobiernos anteriores las usaron para casi llevar el país a la desgracia (basta con recordar la reforma tributaria de Duque), y segundo, porque el desgaste que ha tenido este gobierno tratando de sacar adelante las reformas del cambio (y no teniendo éxito, por supuesto), han hecho que la gente les pierda la fe.
Aunque esta reforma laboral parece hundida (virtualmente lo está) en la comisión séptima del Senado, el Gobierno Nacional podría tener un último as bajo la manga, que podría utilizar en ese mismo escenario. Sin embargo, el mecanismo de consulta popular no solo es una herramienta completamente válida y constitucional, si no mucho más efectiva y vendedora. A través de la Consulta Popular, Petro podría estar comenzando campaña mucho antes que el resto y podría terminar siendo efectiva. En todo caso, este martes será un nuevo capítulo del pulso que el presidente está midiendo con sus contendores y con el que quiere sacar adelante sus propuestas.
Pero, más allá de eso, la reforma laboral plantea muchos puntos que son necesarios poner en discusión y que valen la pena que al menos se discutan. Por eso, es una lástima que 8 senadores impidan la llegada de este proyecto a una discusión mucho más amplia.
Trabajadores sin Esperanzas
Desde el Huila llegó al Congreso una Esperanza que parece no ir acorde con su nombre. Pareciera más bien que llegó fue para marchitarse, de forma contraria a lo que evoca su significado. Esta des-Esperanza deja a millones de trabajadores sin la oportunidad de que sus condiciones laborales dignas fueran al menos debatidas o discutidas en el Congreso. Pero, ¿qué se puede esperar de quien no asiste al Congreso y aparece en el ranking de los “más vagos” en su trabajo legislativo? Y pensar que mandó a la gente a leer, ¡válgame Dios! Pero bueno, dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Ojalá los 8 senadores, que tienen en sus manos esta importante decisión, permitan que el país se abra a una discusión alrededor de la dignidad laboral para los colombianos.
Contratos a término indefinido
Para nadie es un secreto que los contratos de prestación de servicio se volvieron los favoritos de las empresas en Colombia, pues esta modalidad ha servido para precarizar las condiciones de trabajo y disfrazar todo vínculo o relación entre empresas y trabajadores. Al final, muchos terminan cumpliendo con los horarios, uniformes y órdenes establecidas por sus empleadores, es decir, terminan cumpliendo las 3 reglas que se supone no debe tener un contrato de prestación de servicios. En pocas palabras, la realidad para muchos es que tienen un contrato laboral (que podría ser a término fijo o indefinido), pero sin las garantías mínimas exigidas para esta clase de contratos.
Por eso, la reforma busca algo sencillo: si el trabajo establecido cumple funciones permanentes, deberá ser contratado a término indefinido, punto. Si el puesto de trabajo cumple funciones que sean estrictamente temporales o transitorias, podría ser contratado bajo la modalidad de término definido o contrato de obra labor. “El contrato de trabajo a término fijo deberá celebrarse por escrito y en él deberá especificarse la necesidad temporal que se pretende atender y su conexión con la duración que se establezca”, dice el proyecto.
¿La premisa de este artículo de la reforma carece de sentido común? Yo pienso que no, pero la discusión está abierta. Hay quienes afirman que esta posible mejora en las condiciones laborales podría hacer que se acabe un alto número de puestos de trabajo o que la informalidad aumente. Por cierto, aún en los casos en los que se celebre contrato a término definido o contrato por obra o labor, la reforma plantea que el trabajador tiene derecho al pago de vacaciones y prestaciones sociales en proporción al tiempo laborado.
Horarios para las jornadas laborales diurnas y nocturnas, así como recargos por fines de semana
¿A qué hora comienza y termina el día o la noche? La respuesta puede parecer bastante obvia para la mayoría. Sin embargo, en materia laboral, en el mundo, se han establecido diferentes horas de inicio y finalización de las jornadas diurnas y nocturnas para diferenciar el valor a pagar y, por supuesto, que la hora nocturna y la tarifa dominical tengan un valor superior. Además, estos valores han variado dependiendo de las legislaciones de cada país, con argumentos como hacer más competitivos ciertos sectores o países, entre otros.
En Colombia, la jornada laboral nocturna comienza a las 9 de la noche y la reforma plantea que la jornada laboral nocturna comience desde las 7 P.M, mientras que la jornada diurna vaya desde las 6 de la mañana y se extienda hasta las 7 de la noche. Con los recargos dominicales y festivos ocurriría que pasarían del 75% al 100% sobre el valor ordinario de la hora.
Una vez más, creo que ya es hora de que el país plantee estas discusiones fundamentales sobre aspectos relacionados con la dignidad laboral y el mejoramiento de la calidad de vida de los trabajadores.
Algunos otros aspectos
La reforma contempla, dentro del articulado, mejoras en varios aspectos. Por ejemplo, habla acerca de los pagos de seguridad social que serían obligatorios para plataformas tecnológicas como Rappi, Didi o Uber y lleva consigo una cláusula de no exclusividad. También plantea la posibilidad de incrementar la indemnización por despido sin justa causa en las empresas y el aumento de los pagos para todos aquellos que tienen contratos de aprendizaje con el Sena, así como también el pago de su seguridad social.
Algunas conclusiones
Me parece desafortunado que el país no pueda dar una discusión y un debate a la altura alrededor de temas tan importantes para los y las trabajadoras. Este martes 18 de marzo el presidente y sus simpatizantes se toman las calles, de nuevo, para insistir en las reformas. Esta no es la primera vez que esto ocurre y tampoco creo que sea la última. ¿Qué tan cerca se está de pasar de la movilización a la materialización de las propuestas? Tengo serias dudas de esa posibilidad, pero, por el bien de los trabajadores y trabajadoras de Colombia, ojalá se abra el diálogo y se ponga la dignidad laboral como eje central y se logren cambios fundamentales para el mejoramiento de la calidad de vida de muchos en el país.
A quienes salimos a movilizarnos y defender esta propuesta, hago una invitación respetuosa a que el enfoque ojalá sea pedagógico, para que más personas del común, trabajadores a los que esta reforma beneficiaría, comprendan cada punto y estén convencidos de defenderla. Creo, honestamente, que esa será la única manera de convencer a miles de personas de que esta reforma social es necesaria, y que no la vean como un fantasma más al que le quieren huir.
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Por: Brandon Ortíz
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