Saltamos a otro ‘Charco’

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Con descaro y sin ningún asomo de prudencia, el contrato del PAE de Neiva se adjudicó a una empresa del fallecido empresario Francisco Javier Sandoval Buitrago, alias Morrongo.

Tal y como lo advertí en dos columnas de opinión, finalmente el compromiso adquirido se pagó y el jugoso contrato quedó en manos de un conglomerado empresarial que cuenta con múltiples denuncias en todo el país, por graves irregularidades en la prestación del servicio de alimentación escolar, por mala calidad de los alimentos.

Y digo que se pagó el compromiso porque es claro que si en tres oportunidades se intentó entregar el contrato a una de las empresas del cuestionado empresario, es porque sí o sí se debía hacer. Primero lo intentaron el año anterior sin mayor éxito, y por eso buscaron este año a la Bolsa Mercantil de Colombia para que por 150 millones de pesos de la comisión, hiciera el trabajo sucio: adjudicar el contrato. Claro que los pliegos de condiciones y estudios previos los puso la Alcaldía, y eso determina de cierta manera, quién puede o no ganárselo.

La primera puja fue a comienzos de febrero, cuando fue declarada desierta, en medio de cuestionamientos por parte de concejales, veedores, padres de familia, docentes y algunos medios y periodistas. Todo estaba dado para que se la ganara Ardiko y Fundación Horus, a través de una unión temporal; ambas empresas pertenecientes al conglomerado de alias Morrongo. Sin embargo, tal vez por apagar los cuestionamientos, la puja se declaró́ desierta, pese a que Ardiko incluso, alcanzó a ofertar, al cumplir todos los requerimientos que se habían fijado, en lo que advertimos, parecía un pliego sastre a la medida de ellos.

Pero al declararse desierta la convocatoria, se barajaron las cartas y se abrió de nuevo el proceso. En aquel momento advertí que lo que podría pasar, y no soy brujo, es que cambiaran de empresa, ya que era de conocimiento que el cuestionado empresario tenía varias empresas a su nombre, también lo advertí, que prestaban el mismo servicio. Sin embargo, el alcalde salió en ese momento a decir que quienes hicimos la denuncia, solo queríamos dañar la imagen de la Administración, como quiera que ni Ardiko ni Fundación Horus, se ganaron el contrato.

Pues bien, luego de eso ajustaron las condiciones del contrato. En palabras del mismo alcalde, “se flexibilizaron” los requerimientos para que en teoría, quedara abierto el proceso, y varias de las 200 empresas, que según el mismo alcalde Germán Casagua, existen en el país, que operen el PAE, pudieran presentarse. Finalmente se dio lo esperado. No fue Ardiko, ni Fundación Horus, pero sí Master Service Group SAS, la ganadora.

Bueno, seamos precisos, la puja se la ganó una Unión Temporal denominada BAGLOFOOD, conformada por tres empresas, entre esas Master Service Group SAS, fundada por el cuestionado empresario, Francisco Javier Sandoval Buitrago. Esta empresa fue creada en septiembre del año 2015 en Bogotá, con un capital inicial de 500 millones de pesos, aportados por alias Morrongo, único accionista, y posteriormente a través de esta empresa, ganó multimillonarios contratos en el INPEC, apalancados con otras empresas de su propiedad como FJSB, por sus iniciales; o la misma Ardiko, a través de uniones temporales. Así, rápidamente ganó experiencia y se convirtió en una poderosa compañía encargada de ganar contratos en departamentos como Antioquia, Tolima, entre otras.

Así que al final, sí se ganó el PAE una empresa de alias Morrongo, aunque el Alcalde en rueda de prensa, quiso negarlo.

Pero ¿por qué la preocupación por esta adjudicación? Primero, porque alias Morrongo, logró construir un emporio de empresas en los últimos años, que tienen casi que controlado el mercado de alimentación en escuelas, hospitales y hasta en las cárceles del país. Detrás de su “éxito” hay, al parecer, una estrecha relación con la política.

Sandoval Buitrago ha sido gran aliado de políticos en muchas regiones del país, a los que al parecer patrocinó en sus campañas, a cambio de favorecimiento en contratos. En su historial aparecen nombres como Mario Castaño, ex alcalde de Fresno, municipio de donde era oriundo alias Morrongo; Luis Humberto Gómez Gallo, ex presidente del Senado fallecido y condenado por parapolítica; y a Javier Ramiro Devia, congresista del Tolima, y también condenado por parapolítica.

Pero no sólo se quedó en su departamento, sino que amplió su rango de acción y ha llegado con sus empresas a todas las regiones del país como Medellín, en el gobierno de Daniel Quintero, Cartagena, en el gobierno de William Dau, por mencionar sólo algunos ejemplos.

Una relación que también mantuvo con Oscar Barreto, ex gobernador del Tolima en dos ocasiones y hoy Senador de la República, a quien Sandoval Buitrago apoyó siempre en política en este departamento. Esa sería la conexión con el departamento del Huila y especialmente con el alcalde Germán Casagua. Todo parece indicar que hace cuatro años, el casagüismo, como se denominan los seguidores del alcalde, apoyaron la aspiración al senado de Barreto.

De hecho su mano derecha, Camilo García, fue el jefe de debate de Serrato en el departamento y lideró aquella campaña que le representó 2.000 votos en el Huila al senador tolimense. Ese favor se habría regresado en la aspiración a la Alcaldía de Casagua, donde habría conocido a través de Barreto, a alias Morrongo, hoy fallecido. Eso explicaría el compromiso que al parecer se generó para adjudicarles este multimillonario contrato, luego de tres intentos, y pese a que Sandoval Buitrago, fue asesinado en noviembre del año pasado.

Pero el problema no es sólo el presunto favorecimiento contractual a las empresas del cuestionado empresario, y que ya están bajo la lupa de los entes de control. El problema son los múltiples cuestionamientos que existen alrededor de Sandoval y sus empresas, hoy al parecer en manos de su hermano Sergio, con el que inició el negocio de la alimentación en 1998.

No sólo por sus presuntos nexos con el paramilitarismo, que lo llevaron a tener 182 procesos judiciales, vinculados a posibles favorecimientos a estas estructuras criminales, asesinatos y desapariciones. Sino también por la mala calidad de los alimentos que prestan. En Armenia, Cartagena, Medellín, Ibagué, y en muchas otras ciudades donde las empresas de Sandoval han prestado el servicio de alimentación, siempre ha habido denuncias o de menor cantidad en las porciones, o de mala calidad de los productos.

Así que ahora más que nunca la veeduría y el seguimiento a este contrato nos corresponde a nosotros como ciudadanos y padres de familia, pues los 16.000 millones de pesos por los que se adjudicó el contrato, (2.500 millones menos que lo presupuestado), deben garantizar no sólo la cantidad de días, sino además la calidad del servicio. Más aun cuando la Alcaldía decidió que no contrataría interventoría y que la supervisión la realizarían ellos mismos. Es decir, ¡el ratón vigilará el queso!.

¿No se les hace parecida esta historia a una conocida hace unos años que el mismo Casagua denunció? Tal vez este escándalo sea aún más grave, y la alimentación de nuestros niños, simplemente pasó de un “charco” a otro.

La Ñapa

Bastante descompuesto se notó el Alcalde Germán Casagua en la rueda de prensa que ofreció para hablar de la adjudicación del contrato del PAE, 40 días después de iniciar el calendario escolar. Sobre todo cuando nuevamente le preguntaron por el posible favorecimiento a una empresa de alias Morrongo.

Su rostro no ocultó la rabia e incomodidad que le causó la pregunta. Recordemos que hace unas semanas en otra rueda de prensa, no se mostró seguro de no haber conocido a Sandoval. Dijo que en campaña política se conoce a mucha gente y él pudo ser uno de ellos. A lo mejor hasta una foto habrá por ahí rodando.

Por: Andrés Felipe González Díaz
Comunicador Social y Periodista
Especialista en Comunicación Digital
Asesor en Comunicación Política

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