Me consta lo difícil y sucio de la política y por eso el Nudo Gordiano en el que nos encontramos como país. Pareciera que los colombianos no entendieran que todos los problemas que tenemos se deben a la política, mejor, ¡a los políticos corruptos y sin vergüenzas que tenemos!
De ellos nos quejamos siempre, pero terminan elegidos por unas “mayorías” que a cambio de algún “favor”, de unos pesos, o simplemente, porque “es el que va a ganar” vota por ellos.
No sé si el problema es nuestro sistema electoral, nuestra cultura o simplemente la maldad de la gente, pero el “nudo” cada vez se enreda más. Todo comienza desde que alguien digno decide incursionar en política, en ese momento, todo su entorno familiar, social, laboral no lo apoya pues no quieren que termine metido en problemas o que se “dañe”, alguna vez me dijo mi Tía Blanca, “no estudie derecho (yo quería ser político) que esa profesión daña a las personas” el único abogado y político decente que conozco es su tío Leonte Muñoz”.
Para llegar a un puesto de edil o senador se debe hacer campaña y ganar, nuestro sistema democrático extremo exige que, hasta el pueblo más miserable del país, (sin condiciones de libertad para que opere la democracia) deba hacer una “elección popular” y lo pongo entre comillas porque la verdad es que en la mayoría de esas elecciones gana el que más plata tenga y por eso las mafias politiqueras, corruptas y, hasta traquetas, se han tomado gran parte de nuestros municipios y departamentos.
El político no solo debe querer, sino que debe tener el dinero para ganar, así sea poco, debe gastar recursos en logística y sobretodo en estrategia y publicidad, por lo que, sin apoyo de su entorno y sin dinero las cosas se complican pues, otra vez, el sistema es tan perverso que nadie quiere aportar dinero decente a una campaña ya que puede terminar en problemas o señalado, dirá la gente “Ummm, quien sabe que quiere a cambio”.
Ante este panorama es fácil que los corruptos, que no ven problema en infringir la ley e “invertir” unos recursos, que después recuperaran a costa de la ciudadanía, resulten elegidos.
Por eso mi pregunta ¿Qué clase de políticos queremos? Si los queremos dignos debemos replantear profundamente el sistema, pero sobretodo, debemos apoyar masivamente con votos y recursos a aquellos buenos políticos que decidan aventurarse en una campaña.
Ya dije que de que los hay, los hay, en el Huila por ejemplo tenemos a Francisco Olaya, el popular Atarrayo que aspira a la Asamblea o a Ernesto Rodríguez para el Concejo de Neiva, en Risaralda esta Eduardo Cardona a la gobernación, seguro hay muchos más, pero al menos de estos tres yo puedo dar fe de sus condiciones humanas y su honestidad.
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Por: Diego Muñoz Marroquín – diegom@munozab.com
Twitter: @diegomunozhuila