Es innegable el desarrollo en materia vial en las carreteras del Huila, lo cual mejora la conectividad, pero, ¿Quién ha pensado en el turismo regional?
La productividad de un departamento depende en gran medida de su conectividad, y es evidente que el Huila está creciendo en este aspecto, sin embargo, persiste el descontento que dejó la reciente implementación del peaje El Laberinto, sobre la vía a El Hobo – Gigante. Pueden asegurar que existen tarifas diferenciales, pero nada compensa el aumento que significa este nuevo punto en tramos tan cortos.
Para nadie es un secreto que las vías terrestres del departamento mejoran cada día, aunque los nuevos peajes posiblemente le cuesten bastante al turismo regional, que usualmente se moviliza entre los municipios más visitados como Gigante o San Agustín. Resulta increíble que ahora existan cinco peajes, cada uno a una distancia no mayor a 120 kilómetros; el valor total para recorrer la región asciende aproximadamente a 72.000 pesos, solo el trayecto de ida.
Es necesario reconocer que para el mantenimiento de las carreteras se necesitan recursos, en todo caso, surge la pregunta de dónde queda el turismo de una región con gran potencial y proyección turística, que en los últimos años se ha esforzado por incrementar el flujo de visitantes, no por nada somos considerados como uno de los territorios con mayor número de miradores de Colombia.
Aunque la amargura de tener que aceptar obligados este peaje nos invada, ya que todo se encuentra en marcha, y el cobro es irreversible, lo importante es no dejar decaer el turismo, una actividad que ha costado mucho sacrificio, a pesar de contar con maravillosos espacios.
Las promesas políticas quedaron atrás, nadie logró revertir esta imposición que estaba estipulada desde 2015, pero lo que sí podemos hacer es contrarrestar, es el posible impacto que esto genera, y seguir promoviendo a uno de los departamentos más hermosos del país. Considero que, compartiendo los destinos, apoyándolos, incentivándolos, pondremos un grano de arena para promover el Huila, no los olvidemos.
Por otra parte, esta situación me hace pensar que, efectivamente, a nuestro país le hace mucha falta la conectividad, no solo en vías principales, sino también en las terciarias, que son las más olvidadas, y para esas no deberían imponerse peajes; más bien debería exigirse justicia en el buen manejo de los recursos y en la gestión de los gobernantes. Cuánta falta nos hacen los trenes, no sé si sea un proyecto viable, pero sin duda contribuirían a fortalecer el turismo. Porque sí, contamos con el espacio aéreo, aunque no resulta de gran ayuda con esos tiquetes por las nubes, que más que un alivio se convierte en otro dolor de cabeza.
Entonces así nos movemos: entre los disgustos que nos generan los peajes, la falta de conectividad aérea, terrestre y las injusticias. A pesar de esto, y aunque nos pese, debemos continuar, seguir luchando por mejorar y esperar a que estas nuevas imposiciones no afecten al departamento en materia de turismo regional y nacional.
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Por: Daniela Muriel Trujillo
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