Pasaron cuatro años desde 2013, cuando se conocieron los primeros esfuerzos del proceso de paz en Colombia, hasta el pasado 10 de marzo, cuando el Vaticano anunció el viaje del sucesor número 266 de San Pedro a tierras colombianas.
Ese día la Santa Sede confirmó la visita del Papa Francisco a cuatro ciudades del país, en respuesta a la invitación de los obispos del país y del Gobierno nacional.
En marzo de 2013, el Presidente Santos anunció que invitaría al Papa a visitar a Colombia durante la gira que el Pontífice hizo en mayo de ese año por América Latina para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud.
‘Invité al Papa @Pontifex_es a visitar Colombia en su próxima gira por América Latina. Reiteraré la invitación personalmente el 12 de mayo’, anunció el presidente, Juan Manuel Santos, en su cuenta de Twitter.
El Jefe de Estado envió una carta al Vaticano, en la cual invitó oficialmente al Papa Francisco para que visitara Colombia.
‘Su palabra y bendición sería el mayor aliciente para seguir adelante, con fe y esperanza, en un proceso que no solo traerá paz a nuestro país sino al continente entero”, le dijo el Presidente Santos al Obispo de Roma.
El Mandatario colombiano se entrevistó tres veces con el Santo Padre en Roma, la última de ellas el pasado 16 de diciembre, y siempre le reiteró la invitación a viajar a Colombia.
El Papa por fin a Colombia
El pasado 10 de marzo de este año se hizo realidad el anhelo colombiano.
El Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Ettore Balestrero, informó en esa fecha que el viaje sería a Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena del 6 al 10 de septiembre.
Será el quinto viaje de Francisco a Latinoamérica y el Caribe. El primero fue en julio de 2013 a Brasil, donde encabezó la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud.
Luego el Papa estaría en julio de 2015 en Quito y Guayaquil (Ecuador), en Bolivia y Paraguay. Después regresó en septiembre de ese año a Cuba. Y en febrero de 2016 el Papa regresó a la región para visitar México.
Esta vez se trata de la tercera visita de un Papa a Colombia, luego de que lo hicieran Paulo VI quién llego a Bogotá el jueves 22 de agosto de 1968, y Juan Pablo II, que arribó el 1º de julio de 1986.
‘En abril del año 2015 supimos que el Papa vendría a Colombia y dijimos entonces –como decimos hoy– que lo recibiremos con los brazos y los corazones abiertos, como mensajero de paz y reconciliación.
Por su parte el Nuncio Balestrero recalcó la importancia de que la visita del Papa tenga como único destino único a Colombia.
‘Es importante subrayar que el viaje tendrá como único destino a Colombia y durará cuatro días enteros. Un período muy consistente, si lo comparamos con la duración ordinaria de los viajes pontificios. Es raro que el Papa visite solo un país y que incluso se detenga allí 4 días. Esto manifiesta la importancia que Francisco le atribuye a este viaje y, en el fondo, a Colombia”, manifestó.
Privilegio y gratitud
‘Tener al Papa entre nosotros por cuatro días, saber que viene exclusivamente a Colombia, y que lo hará para darnos una voz de aliento y de fe a los colombianos, es un privilegio que nos llena de gratitud, afirmó el Presidente Santos.
Recordó que el Papa ‘nos dio coraje, nos dio impulso, nos incitó a todos los colombianos a perseverar en la búsqueda de la paz, y ahora llega a Colombia en un momento único de nuestra nación para invitarnos –como siempre lo ha hecho– a la unión, a la reconciliación, al perdón y, sobre todo, al encuentro’.
El Papa viene ‘para que demos el primer paso: el gran paso para el encuentro y la reconciliación de todos los colombianos’, ha reiterado el gobernante todos estos días.