La declaración del Ministerio de Hacienda de imponer una retención del 1,5 % a los pagos hechos con Bre-b y billeteras digitales genera un debate más amplio que el fiscal.
De llegarse a aprobar este impuesto, las plataformas tendrían que ajustarse con celeridad para calcular, descontar y reportar esta retención al instante, lo cual requiere soluciones automatizadas y de conciliación de primer nivel. Anteponiendo ahora un reto no sólo fiscal, sino tecnológico sobre todo para los pequeños y medianos negocios del país.
El borrador que dio a conocer el Ministerio de Hacienda propone aplicar una retención en la fuente del 1,5 % a los pagos realizados a través de Bre-B, las billeteras digitales y otros medios electrónicos, con el objetivo de equiparar el tratamiento fiscal frente a los pagos con tarjeta, que ya están sujetos a ese cobro.
La medida busca evitar diferencias tributarias entre métodos de pago, pero ha generado preocupación entre comercios, fintech y expertos, quienes advierten que podría encarecer las transacciones digitales y desincentivar la adopción de medios de pago electrónicos, afectando especialmente a los pequeños negocios y los avances en inclusión financiera que impulsa el sistema Bre-B.
De acuerdo, con Óscar Manco López, PhD en ciencias económicas, la intención de cobro a las transacciones digitales realizadas a través de BreB y billeteras digitales es un claro desincentivo a la inclusión financiera, en vista de que programas similares como Pix en Brasil o el propio Zelle en EE.UU buscan minimizar el uso del efectivo e impulsar las transacciones por medio de dinero digital.
“Claramente se pretende afectar con esta medida a todas las clases sociales que ven en este tipo de desarrollos, no solamente la facilidad sino también la intención de vincularse al uso de servicios financieros”, mencionó el experto.
Ahora, de aprobarse este decreto, según Lucas Souza director de innovación de Kuvasz Solutions, empresa especializada en el desarrollo de soluciones tecnológicas personalizadas para la industria financiera. El golpe fiscal traería consigo también un desafío tecnológico para los comercios que no cuentan con un sistema que les permita calcular, descontar y reportar esta retención al instante, ya que deberán contar con plataformas modernas que les permita cumplir con esta obligación sin perjudicar la experiencia del usuario.
“Esto necesitaría de módulos de conciliación automática que aseguren la precisión y trazabilidad en cada transacción, APIs (Application Programming Interfaces) seguras para intercambiar información entre fintech, bancos y la autoridad tributaria DIAN de manera inmediata, así como automatización inteligente. Así mismo, sería crucial desarrollar soluciones adecuadas para las pymes y los microcomercios que incorporen estos procesos sin complicaciones contables ni costos adicionales. De esa forma, tal vez se podría cumplir con la normativa sin obstaculizar el avance en inclusión financiera y la adopción de los pagos digitales que el sistema Bre-B persigue consolidar en la nación”, comentó el experto.
Igualmente, Souza puntualiza que aunque la medida todavía no se ha definido, es crucial tener presente que Bre-B y las nuevas soluciones digitales deben ser un estímulo para la inclusión financiera.
Todos los actores, desde las entidades financieras hasta el gobierno y las empresas tecnológicas deben alinearse para que estos sistemas tengan éxito. Es por esto, que es necesario asegurar que la regulación no limite la adopción de la innovación, sino que esté en sintonía con ella.



