Cuando se usa un material para fabricar algo, es importante que se descomponga orgánicamente, se pueda reutilizar o reciclar en otra cosa. De lo contrario, ese material solo tiene un propósito antes de que termine en un relleno o en un botadero donde no se descompondrá.
Los residuos pueden emitir gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global y, por tanto, al cambio climático. Los desechos no reciclados pueden contribuir a la contaminación del aire y del agua y poner en riesgo vidas humanas y animales. Alternativamente, si reciclamos, podemos reducir significativamente la cantidad de contaminación que crean nuestros desechos.
El reciclaje también es crucial debido a la forma en que los desechos pueden afectar a los animales (y, en consecuencia, a los humanos porque, ya sabes, la cadena alimentaria). Los desechos pueden causar la pérdida de hábitats naturales y contribuyen a impactos negativos como el cambio climático y el calentamiento global, que también pueden destruir los hábitats naturales de los animales. Cuando los animales, y otros organismos biológicos, pierden sus hábitats, pueden morir o pasar hambre.
Reciclar también significa utilizar materiales que ya se han utilizado, en lugar de crear nuevas materias primas. Dado que las materias primas a menudo provienen de nuestros bosques más importantes, como las selvas tropicales, por ejemplo, el reciclaje puede reducir la necesidad de materias primas. Las materias primas también podrían incluir recursos naturales como madera, agua y minerales.
La gestión de los desechos no sería posible sin la labor de los recicladores. Ya sea en el ámbito formal o informal, ellos logran que los materiales reciclables puedan tener una segunda vida útil. En América Latina hay más de 4 millones de personas que trabajan en reciclaje. De estos, el 90% son informales.
Por lo general, realizan sus labores en botaderos a cielo abierto, sin los implementos de seguridad. Casi todo el reciclaje que se logra en América Latina se hace en esas condiciones. En manos de los recicladores, está el futuro ambiental del planeta y, por supuesto, de nuestra colaboración para cumplir con esta actividad, la cual puede frenar los cambios climáticos desmedidos que tenemos hoy en día. Es por eso que es tan importante garantizar los derechos laborales de los recicladores y sacarlos de cierta discriminación social de la que son víctimas y reconocer su trabajo como VITAL.
La adopción de culturas como la del reciclaje, puede traer un beneficio incalculable al planeta, el problema es que se necesita un cambio de paradigmas y costumbres que nos hagan reflexionar que cada hojita que reutilicemos es una ayuda al ambiente. Todos somos responsables de reciclar y aprovechar los residuos, pero son los recicladores quienes conocen cada uno de los materiales y le dan un trato responsable a los mismos, lo que en últimas resulta beneficioso para el planeta.
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Por: María Fernanda Plazas Bravo
Twitter: @mafeplazasbravo
Ingeniera en Recursos Hídricos y Gestión Ambiental
Especialista en Marketing Político – Comunicación de Gobierno
Universidad Externado de Colombia