Creo que para todos los huilenses es claro que la novela “La Vorágine” de José Eustasio Rivera, a raíz del centenario de su publicación, está de moda, hecho suficiente para generar un compromiso como orgullosos paisanos de este prolífico escritor, de leer y estudiar esta magnífica obra.
De “La Vorágine” se han orientado un sinnúmero de conferencias en las que se analizan todos los elementos que hacen parte de ella, tales como, los personajes, los paisajes, la flora y la fauna de la región en la que se desarrolla toda esta historia y el contexto del momento histórico en el que se vive.
El pasado martes, la poeta y literata, Martha Cecilia Andrade, brindó en la “Tertulia El Botalón”, una maravillosa conferencia acerca del papel de la mujer en esta novela y el rol de cada uno de los personajes femeninos en toda la obra, desde Alicia como protagonista principal de todo este relato.
No cabe duda que Martha Cecilia ha estudiado a profundidad, no solamente toda la obra, sino que con magistral detenimiento, ha removido detalles que tal vez son imperceptibles a los ojos de cualquier lector, pues logra escudriñar y sustraer características propias de cada uno de ellos y las narra con la elocuencia propia de un ser que, por su sensibilidad, consigue identificar en estos finos trazos literarios.
La mujer, desde el origen del ser humano, a pesar de haber sido relegada política y socialmente en épocas pasadas, ha sido bastión fundamental para el avance, desarrollo y evolución de las diferentes naciones, razón suficiente por la que ha venido ganando importantes y merecidos espacios, y hoy goza de todo el reconocimiento, por demás merecido.
El personaje de Alicia, a pesar de su condición de joven capitalina pudiera mostrar una actitud mucho más frágil y caprichosa, no obstante, goza de una impresionante capacidad de adaptación a cada una de las situaciones que debe afrontar.
Griselda es la muestra de la mujer aguerrida, determinada, fuerte y capaz de enfrentar el reto que sea, sin titubear. A pesar de algunas debilidades que se pueden determinar en cuanto a su comportamiento, lo que sobresale verdaderamente es su valentía y carácter.
Clarita es aquella mujer que logra sobrevivir a pesar de los abusos a los que por su necesidad es sometida y aunque para lograr sostenerse ejerce la más antigua de las profesiones del mundo, ella sueña con una vida diferente y busca permanentemente la oportunidad para que ese cambio se genere.
Sebastiana como madre y anciana, está colmada de sabiduría mental y espiritual, esa sapiencia que se va alcanzando de manera natural y que se fortalece con el paso de los años, a raíz de las diferentes vivencias, saliendo adelante a pesar de las dificultades, buscando siempre la mejor manera de ver el mundo y disfrutar de él.
Las otras mujeres de la novela muestras otro tipo de condiciones, de cualidades, de defectos también, de debilidades y de notables fortalezas.
Se han agotado las líneas de esta columna, no obstante, es mucho más lo que se puede expresar con respecto a la magnífica ponencia que generosamente nos compartió la admirada y apreciada Martha Cecilia Andrade.
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Por: Hugo Fernando Cabrera – hfco72@gmail.com
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