Entre el cinismo y la esperanza

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Estamos en tiempo de elecciones y contrario a lo que debería ocurrir en un país democrático, en donde se evalúan y validan programas de gobierno que tuvieron que hacerse políticas de Estado, o se mide el nivel de gestión de las normas a favor de las necesidades y los problemas del país y los controles políticos que debieron hacerse en el Congreso, precisamente para juzgar la responsabilidad política de los que prometieron y no cumplieron, asistimos a la repetida desgracia de tener que ver a los cínicos politiqueros de siempre por las calles de nuestras ciudades y las veredas en nuestros campos, prometiendo puentes donde no hay ríos y ríos donde no hay puentes.

Es increíble que luego de esta pandemia donde afloró el cinismo de nuestros dirigentes, al darle la espalda al pueblo, pretendiendo clavarnos una reforma tributaria a favor de los ricos y en detrimento de los más necesitados, en donde se vendieron las reservas de oro, se tragaron (abudinearon) el dinero de la conectividad de los niños en la zona rural, se hicieron contratos del PAE con contratista irresponsables, sin experiencia y capaces de entregar comida podrida a nuestros niños, que son competentes para bañar en impunidad a los más crueles bandidos, que guardaron absoluto silencio en el paro nacional y permitieron la masacre de nuestros jóvenes que cansados de tanta ignominia salieron a defender al pueblo con lo que tenían.

Ya es hora de hacer justicia, de mandar al carajo a toda es esta recua de pícaros que se alimentan de nuestra desafortunada falta de carácter y de la desidia de no leer y conocer lo que hacen quienes nos gobierna, es hora de pasarles la cuenta, de decirles ¡No señor!, usted a mí no me representa, no voy a validar a violadores de derechos humanos a través de los falsos positivos, no voy a darle mi voto a corruptos que se enriquecen a costa del hambre del pueblo, no me aguanto su cinismo, su hipocresía, su falta de ética, su desgraciada forma de proceder en contra de quienes debiera defender, no voy a darle mi voto a quien ante sus ojos tolera el hambre y la desgracia de su pueblo, quien llega para servirse a él, su familia y amigos, mientras muchos no tienen educación de calidad, vivienda, empleo, salud, sano esparcimiento y seguridad.

No señor usted no me venga con cuentos ¿Dónde estaba usted cuando los niños de la Guajira y del Chocó murieron de hambre, cuando se robaron el PAE, cuando masacraron a nuestro pueblo, cuando acabaron con el campo, cuando subieron los impuestos, cuando se robaron los recursos de la educación, salud, vivienda, cuando acabaron con la vida de más de 6000 jóvenes vistiéndolos como supuesto guerrilleros, cuando  nuestros deportistas clamaban por apoyos, cuando se cayeron los puentes que ustedes mismos gestionaron para que se contrataran, cuando dejaron abandonados hospitales, calles, escuelas y un sin número de Elefantes Blancos que ahora son verdaderos dinosaurios?

No señor dirigente, usted a mí no me tome por pendejo, de lo poco que he aprendido en la vida es que “el que es no deja de ser”, que “el árbol que nace torcido no se endereza jamás” y que a ustedes ya se les acabó el cuarto de hora, porque confiamos en la esperanza de un pueblo emberracado que va a salir a las urnas a cobrarle cada picardía, cada mentira, cada decepción a sus electores, que por fortuna hay buenos candidatos, personas limpias, que se la han jugado por la vida y por la paz; sacrificando hasta la vida misma, que habiendo tenido la oportunidad de ejercer en lo público han defendido con creces y en contra de ustedes mismos, nuestros intereses, que no son unos aparecidos, que surgen del clamor popular para iniciar un cambio radical en el congreso, en el ejecutivo y en cuando puesto público exista, pues el servicio público es para servirle a la gente, para trabajar por el bienestar de todos y no para resolver su situación económica, si lo que quiere es una oportunidad, pues busque trabajo como más de 5 millones de colombianos que no lo tenemos, haga cola en las convocatorias públicas, para que sea el mérito y no la palanca y sus trampas, la que lo lleve a conseguir su sustento, pídale prestado a los bancos que usted defiende, a ver si le presta sin la credencial que el pueblo le dio, ande por la calle sin sus camionetas blindadas y los escoltas que nosotros le pagamos, a ver si se aguanta un minuto en la desolación e injusticia que ustedes mismos han sembrado.

Aquí en este pueblo se respira esperanza, no nos vamos a volver dejar engañar, sabemos quién es quién, y por muy oveja que se vista, sabemos del lobo que ustedes esconden, vamos a luchar por una educación digna, por trabajo decente, por una seguridad no democrática, sino alimentaria, para que esos que salen a robar dejen de hacerlos por necesidad, y no por placer como lo hacen ustedes, vamos a hacer empresa, a producir nuestros alimentos, a defender el medio ambiente, a luchar por una justicia social y distributiva en donde todos ganen, posibilidades y oportunidades para salir adelante.

Vamos a impulsar una nueva generación de líderes comprometidos con las causas sociales, con el desarrollo humano integral, con la solidaridad del pueblo, en donde ni un solo niño, aguante hambre o deje de asistir al colegio, en donde la justicia opere contra los delincuentes de cuello blanco y no solo para los de ruana, en donde la creatividad, la innovación y el conocimiento sean los pilares de nuestro desarrollo, en donde el hombre y la mujer y la población con capacidades diversas, será respetados, admirados y dignificados por el Estado, en donde aflore la verdad y prospere cada quien de acuerdo a sus capacidades y esfuerzos.

Por ello confiamos en la esperanza en este pueblo, que no va a dejar a un lado la oportunidad de cambiar este país, que rico en recursos naturales y en gente alegre, se condena a la desolación y la violencia, mientras otros, disfrutan de nuestra división y de nuestra desgracia, por un país del tamaño de nuestros sueños como diría Jorge Eliecer Gaitán ¡Pueblo a la carga!

Por: Alfredo Vargas Ortíz[1]

[1] Abogado U. Surcolombiana, MD en Derecho y Ph. D en Derecho de la U. Nacional de Colombia, Docente de Planta U. Surcolombiana, Director del grupo de Investigación Derecho Internacional y paz. Director Ejecutivo Centro de Estudios Internacionales World`S Key. www.worldskey.com. E-mail alvaor@hotmail.com , Twitter @Alfredovargaso.

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