El reto migratorio en Colombia, entre la xenofobia y la integración

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Colombia alberga aproximadamente 7.71 millones de migrantes y refugiados, de los cuales 2.48 millones son venezolanos. Esta cifra refleja la posición de Colombia como el país que ha recibido el mayor número de migrantes venezolanos en el mundo según la Cancillería.

En los últimos años, Colombia se ha convertido en el epicentro de una crisis migratoria sin precedentes en América Latina. Según la Cancillería, contamos con más de 7.71 millones de migrantes y refugiados, de los cuales 2.48 millones son de origen venezolano, el país ha sido testigo de un flujo migratorio que plantea desafíos profundos en términos sociales, económicos y culturales.

A medida que estas cifras continúan moldeando el panorama actual, los expertos y académicos insisten en la necesidad de políticas públicas que promuevan la integración, la regularización y la inclusión. En este contexto, la Facultad de Psicoterapias Sociales de la Universidad Antonio Nariño (UAN) ha realizado estudios sobre los impactos psicosociales de la migración, abordando temas clave como la empleabilidad, los derechos humanos y los retos que enfrenta tanto la población migrante como las comunidades receptoras.

La Decana Karol Vásquez de la Facultad de Psicoterapias Sociales de la UAN, explica en primera instancia, que existen dos tipos de migración; “la migración interna, provocada principalmente por la violencia, y la externa, hacia otros países. Ambos tipos generan desafíos socioeconómicos, afectando tanto a migrantes como a los territorios de acogida. La empleabilidad es un factor clave, y la falta de regularización lleva a situaciones de explotación laboral. Es fundamental que el gobierno implemente políticas que protejan los derechos de los migrantes y eviten conflictos sociales, como la xenofobia y la discriminación”.

La Universidad Antonio Nariño (UAN) ha dedicado más de 20 años a investigar los flujos migratorios de colombianos y el tráfico de personas hacia destinos como Estados Unidos y Chile. “Este trabajo resalta la importancia de la memoria histórica y la solidaridad hacia los migrantes, recordando que Colombia también ha experimentado situaciones similares debido a la violencia y el desplazamiento forzado. Es crucial entender que lo que vivimos hoy con la migración venezolana refleja lo que Colombia ha padecido en el pasado, lo que nos obliga a buscar una sociedad más equitativa y justa”, señala la Decana.

A pesar de los avances, la Decana advierte que Colombia todavía tiene grandes retos por delante. Un informe de la Fundación Ideas para la Paz revela que cerca de 500,000 venezolanos no lograron acogerse al Estatuto Temporal de Protección (ETPV) y están en situación irregular.

Además, aunque el último año ha visto una disminución del 1.10% en la población migrante venezolana, la migración sigue siendo una cuestión urgente que requiere respuestas eficaces.

Claves para disminuir la estigmatización contra la población migrante

La Decana de la UAN ofrece algunas recomendaciones esenciales para mitigar la estigmatización:

  • Los medios de comunicación deben evitar la generalización y estigmatización de los migrantes, fomentando mensajes de empatía y solidaridad. Es vital que promuevan una reflexión inclusiva que construya puentes entre migrantes y locales, evitando prejuicios y divisiones sociales.
  • Muchos migrantes en situación irregular se ven obligados a vivir en áreas más económicas, pero con condiciones de habitabilidad deficientes, lo que pone en riesgo su salud y seguridad. Este fenómeno puede incrementar la exclusión social y la delincuencia en estos barrios. Para evitar estos problemas, es crucial que tanto el sector público como el privado trabajen en conjunto para mejorar las condiciones de vida de los migrantes, promoviendo una convivencia intercultural que fomente la integración social y la creación de comunidades más seguras y cohesionadas.
  • A pesar de los avances en políticas migratorias, es necesario un enfoque más sostenible que fomente la participación activa y el desarrollo humano. Los derechos de los migrantes deben ser respetados, y se requiere una transformación cultural que promueva la equidad y la justicia social.

La xenofobia ha crecido en los últimos años, con un aumento del 3% entre 2021 y 2022, particularmente hacia los venezolanos según un informe del Barómetro de Xenofobia.

La educación, el papel responsable de los medios de comunicación y las políticas públicas ejecutables, son herramientas clave para contrarrestar este fenómeno y mejorar las condiciones tanto para la población migrante como la local en el país.

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