En WhatsApp, hace varios días circuló en un audio, un rumor falso acerca de la muerte de un hombre ahogado en un tanque de almacenamiento y la posterior aparición de elementos extraños en el producto.
Un hoax. Ese es el nombre que se le da a los falsos rumores que circulan por las redes sociales y que, a fuerza de repetirse, las personas terminan creyendo que son verdad.
Cuando esto le sucede a las marcas o a las empresas, puede ser un verdadero dolor de cabeza de relaciones públicas, si se tiene en cuenta además que muchas veces las llamadas ‘teorías de la conspiración’ suelen ser mucho más atractivas que la simple verdad.
Este es el caso de Pony Malta, la última de una serie de marcas que han venido siendo víctima de falsos rumores en los últimos años. Bavaria, salió en defensa de uno de sus productos estrella, acusado en una cadena de WhatsApp de contener elementos extraños.
Más o menos la misma historia se ha propagado en contra de otras embotelladoras de refrescos, como Postobón o Coca-Cola. En este caso, se señala que el supuesto ahogamiento de un operario en uno de los tanques de almacenamiento habría contaminado el posterior embotellamiento de Pony Malta.
“En días pasados desapareció una persona en la planta de Pony Malta, desapareció y nadie daba razón de ella, un operario, en estos días el tanque de almacenamiento de Pony Malta se tapó y pues la máquina donde envasa no salía líquido”, dice la voz de un hombre que inicia el mensaje con un “hola familia”.
Para hacer más dramático el caso -aunque también más inverosímil-, la falsa versión indica que el pretendido cadáver fue hallado dos meses después y que debieron vaciarse los depósitos para sacarlo.
Sobre el tema, Bavaria emitió un comunicado de prensa en el que asegura que “los rumores respecto a un accidente ocurrido en una de nuestras plantas, que actualmente están circulando a través de mensajes de audio en WhatsApp, son absolutamente falsos”.
“Damos un parte de tranquilidad a nuestros consumidores de que nuestro producto cumple con todos los estándares de calidad y de inocuidad”, añade el texto.
Si bien los consumidores deben estar atentos a la calidad y precios de los productos, y deben hacer defender sus derechos, este tipo de falsas acusaciones resultan en un daño innecesario, además de que le resta credibilidad a la información que aparece en las redes sociales.
El último de estos episodios, que amenazó con causar pánico colectivo, tuvo que ver con un supuesto atentado contra un centro comercial de Bogotá, que nunca sucedió y del que acusaron a la Policía de encubrir, luego del estallido de dos petardos en las oficinas de la AFP Porvenir, en Bogotá.
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Por: www.semana.com