Se acerca la Semana Santa, un espacio para la reflexión, pero también para el arte y la cultura. Del 2 al 9 de abril, se conmemora la Semana Mayor, quizás el mayor espacio de descanso que se tiene en nuestro país, después de los recesos escolares y algunos laborales de mitad y final de año.
Y es que en una región donde la actividad turística se centra en los fines de semana, aprovechar estos espacios se convierte más que una oportunidad, en una necesidad para todos los que viven de esta industria.
Sin olvidar a un lado su simbología, y el profundo respeto con el que debemos llevar este espacio espiritual, es claro que existen distintas actividades en el ámbito turístico que suman a la devoción cristiana, y de otras religiones.
El turismo religioso, como fenómeno social y económico, ha cobrado interés entre académicos y empresarios por las dinámicas que ha generado en las comunidades receptoras de visitantes.
Para los primeros, el interés radica en el estudio de las motivaciones, intereses y necesidades espirituales o culturales que parecen haber despertado los centros religiosos; para los segundos, el impacto económico y las oportunidades de ingresos adicionales que generan los visitantes, creando nuevas oportunidades de negocios y fuentes de ingresos y empleo para las comunidades aledañas.
Podemos concluir que el turismo religioso es un fenómeno que tiene su antecedente en el peregrinaje a centros religiosos, pero donde además de las motivaciones, netamente religiosas, “ofrecer un sacrificio, obtener un beneficio divino o expiar pecados”, existe un interés cultural, en términos de conocer centros históricos o profundizar sobre las raíces de un credo religioso.
Adicionalmente, se observa cómo el turismo religioso se ha convertido en un motor de desarrollo económico de las ciudades receptoras de viajeros a sitios religioso. (Fragmento tomado de: Turismo religioso: fenómeno social y económico – Sandra Maribel Tobón Perilla – U. Boyacá, 2013)
Colombia cuenta con 21 sitios religiosos propios de la religión católica, los cuales son atractivos para su visita en tiempos de festividades religiosas tradicionales y fines de semana.
Han sido organizados en lo que se conoce como la “Ruta de la Fe”, la cual se ha dividido en tres partes: la “Andina conformada por Bogotá y Cundinamarca (Bojacá y Zipaquirá), Boyacá (Tunja, Chiquinquirá y Villa de Leyva) y Norte de Santander (Pamplona); la Sur Occidente integrada por Nariño (Ipiales y Pasto), Cauca (Popayán) y Valle del Cauca (Cali y Buga) y la Caribe, conformada por Bolívar (Mompox y Cartagena) y Magdalena (Santa Martha)” (Tomado de: Promotora de Exportaciones Colombianas –Proexport) .
Boyacá está catalogada como uno de los destinos de turismo religioso más concurrido en épocas de festividades tradicionales religiosas de la iglesia católica en Colombia, como consecuencia de su fuerte influencia religiosa, herencia de la cultura española.
Dentro de las festividades religiosas que más congregan visitantes y/o feligreses están Semana Santa, Corpus Christi y Navidad, ceremonias propias del credo cristiano y que se constituyen en parte del patrimonio cultural de las comunidades que las practican.
Nuestro Departamento no es ajeno a esta tendencia mundial y nacional, y se encamina a convertirse en uno de los epicentros de este tipo de actividad en el Sur Colombiano.
Particularmente, el Occidente del Huila, cuenta con atractivos de este orden como la Basílica Menor de Nuestra Señora de las Mercedes, y Templos como el de Santa Rosa de Lima en Paicol, Santa Lucia en la Plata, declarados patrimonios arquitectónicos, además de muchos otros, no solo de trascendencia local sino Nacional, que se encuentran inmersos en este proyecto de integración turística Inter Regional denominado “Territorio Páez”, que hoy en día es uno de los clúster de mayor desarrollo en nuestro Departamento.
Destacan entre las oportunidades de aprovechamiento de estos espacios religiosos para el turismo, la visita a todos y cada uno de estos “Santuarios”, engalanados especialmente para la época, y que se convierten en verdaderos museos de arte religioso y arquitectónico, que no se pueden dejar de conocer.
También en el tema cultural sobresalen las celebraciones tradicionales de nuestros pueblos, que como en el caso del Centro Poblado de Pacarni en el Municipio de Tesalia “Territorio de Orquídeas”, realiza la representación de estas festividades religiosas “En vivo”; gracias al compromiso y a la devoción que las comunidades con el apoyo de sus líderes eclesiásticos; quienes preparan estas representaciones artísticas y culturales que nos hacen vivir una Semana Santa llena de emociones.
Como complemento a todo esto, están las actividades de naturaleza, historia y cultura, aventura y gastronomía, que, sin duda alguna, están allí para soportar una oferta única y exclusiva, con calidad y diversidad, siempre destacando el entorno místico de estas fechas.
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Por: Hugo Andrés Rivera Collazos
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