Las precarias condiciones de vida de la señora Bellanit Mendoza y sus cinco hijos, uno de ellos en condición de discapacidad, llevaron a soldados del Batallón de Apoyo y Servicios para el Combate de la Novena Brigada y a la fundación Todos Unidos a articular esfuerzos para construir la casa de los sueños a esta humilde familia de la Comuna Nueve de Neiva.
Habitaban un pequeño terreno en el barrio Galindo, protegido por latas. Ahí empezó la primera tarea, trasladarlos a una vivienda en arriendo, mientras en tiempo record conseguían los materiales y trabajaban en la construcción del nuevo refugio para los Mendoza.
La pandemia por el Covid 19 no detuvo el deseo de ayudar y a la noble causa, se unieron comerciantes y empresarios de la capital huilense, todos contribuyeron con un granito de arena para edificar un mejor futuro.
Ladrillo a ladrillo el sueño fue haciéndose realidad y en el mismo lugar donde antes el frío permeaba, hoy son noches cargadas de esperanza, de calor de hogar, de creer que cuando las fuerzas se unen, las metas se cumplen.