Felicitaciones al Atlético Huila por su clasificación a la final de la Liga Femenina.
Estamos contentos con el resultado, ni más faltaba, pero con lo qué pasó este jueves en el Francisco Rivera Escobar de Palmira, no podemos perder la capacidad de razonar ni mucho menos el sentido común.
El director técnico del Atlético Huila se complicó solito la vida, al sentar en la primera parte a una titular ineludible como Alexandra Canaguacan y retroceder a la defensa a Gaby Santos, considero que no tuvimos equilibrio ni manejo en el medio campo.
En el primer tiempo se notó un Atlético Huila acelerado y con poco control de la pelota; en la segunda parte, con Canaguacan en defensa y Santos en mitad de cancha, el onceno huilense fue más dinámico y mejoró en el manejo del balón.
El partido perfectamente se pudo haber definido en los 90 minutos; pero no se logró porque la terquedad se apoderó del profesor Calderón y esto le facilitó las cosas a las tulueñas, quienes lograron igualar la serie, más por errores del visitante y la ayuda de la jueza central del partido, al inventarse un penal de la nada.
Está claro que en la final no se puede experimentar ni mucho menos inventar. Profesor Douglas Calderón, al fútbol no se le puede llevar la contraria. No sea terco; usted más que nadie sabe que los titulares son titulares y en instancias definitivas está prohibido mandarlos al banco de suplentes.
El Atlético Huila es un equipo que puede y tiene con que dejar su nombre en la cima de la primera edición de la Liga Femenina, por eso en la final, no puede permitir que esos mínimos detalles, lo desvíe de la ruta.
—
Por: Carlos Andrés Vargas Tamayo – @averiguelovarga