Acabamos de presenciar como algunos medios de comunicación, de manera organizada y escalonada, realizaron un despliegue mediático en contra del gobierno de Gustavo Petro, obviamente esta conjugación de fuerzas corresponde a una estrategia política desplegada desde los sectores de la oposición, encabezada por el uribismo, donde empresarios y contratistas, dueños de canales, periódicos y emisoras, armaron un gran escándalo por el contrato generado en la presidencia de la República por las compras del nuevo mobiliario de la casa de Nariño
A decir verdad, a todos nos pareció costoso ver el valor del televisor de 85 pulgadas y las sábanas de “ganso” que compro el Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE) y otras adquisiciones que bien merecen ser criticadas por parte de la oposición e inclusive por parte de las bases petristas, porque la gran diferencia de este gobierno con cualquier otro, es y debe ser la transparencia y la democracia, al final de cuentas el dinero público es de todos.
Lo que nos parece sorprendente, es ver como estos mismos medios y sus fieles seguidores de la oposición, duraron años teniendo un silencio cómplice de los atroces hechos de corrupción de la administración Duque, gracias a que algunos valientes medios de comunicación y las redes sociales, mantuvieron la imparcialidad y la crítica, logramos conocer ollas podridas como el caso de la Exministra Karen Abudinen o la casi compra del avión ecuatoriano por parte de nuestra fuerza aérea, o los viajes privados del fiscal y su familia o la compra de camionetas lujosas por parte de la policía y para terminar su silencio cómplice, hicieron ojos gachos y oídos sordos a los “cambuches” de 600 millones de pesos que mando Duque a construir en la isla de providencia, que comparados con el contrato del DAPRE, como decía mi tía, es una «Lagaña de mico» aun así, se debe aplaudir que por fin estos medios de comunicación, políticos de la oposición y sus seguidores, están ejerciendo la veeduría que la democracia necesita, lástima que lo hagan de forma parcializada y politizada.
El mensaje para el actual gobierno, además de prevenir este tipo acciones que terminan siendo un “papayaso” para la oposición, que ya habíamos mencionado en la columna del 16 de septiembre, denominada, «La oposición está al acecho y se les está dando papaya» también es necesario que evalúen que tan sano para el gobierno de Gustavo Petro es mantener aún, en presidencia de la República, en casa de Nariño, en los ministerios y las entidades regionales a los equipos de trabajo que ingresaron con el anterior gobierno, es de entender que para ellos y gracias a la polarización política, su corazón palpite uribismo y es natural, ya que el gobierno pasado era del centro democrático y fueron ellos quienes los vincularon a trabajar, por lo tanto, no es de extrañar que su amor y su lealtad perdure por el anterior gobierno; y de amores y lealtades, muy poquito para el nuevo presidente y su equipo, o no les parece raro que la información de esa compra haya salido directamente de una fuente de palacio?
Es razonable que el presidente Petro esté tomando decisiones con calma y con sabiduría, pero también es necesario que comience a gobernar con las personas que hicieron parte de su campaña, no solamente los ministros, los gerentes y directores de las entidades, sino también de los mandos medios y contratistas, recuerden que en algunas entidades manda más el vigilante y la secretaria, que el mismo gerente.
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Por: Óscar Eduardo Mazorra Otálora
Miembro del Frente Amplio