Si hace un mes o un poco más, le preguntaban a alguien, quién iba a ser el nuevo rector de la Universidad Surcolombiana, muchos decían sin dudar que sería Pedro Reyes, aquel docente que ocupó dicho cargo entre 2014 y 2018.
Sin embargo, al final, los resultados no lo acompañaron. ¿Qué pasó? ¿Por qué no se quedó con el triunfo en la consulta estamentaria? Aquí algunas reflexiones desde el análisis político.
A mi juicio, el profesor Reyes cometió varios errores que lo llevaron a la derrota. El primero fue haber ensillado la bestia sin ni siquiera haberla comprado. Tal vez el favoritismo que muchos le manifestaron, lo llevaron a un triunfalismo dañino. Una cosa es la confianza y otra subestimar a los rivales y creerse ganador antes de tiempo.
Docentes, estudiantes, pero sobre todo graduados con los que hablé en las últimas semanas me manifestaron con reiteración, que Reyes despreció el apoyo de muchos, no contestaba el teléfono y tampoco cumplía citas. Tal vez el haber sido tan señalado de tener relación directa con la clase política tradicional, lo llevaron a “evitar” muchas alianzas que al final le costaron.
Lo segundo fue desconectarse de los estamentos. Aunque fue el candidato al que más se le vio en las distintas sedes de la universidad, recorriendo sus salones y hablando con estudiantes, docentes y graduados, su discurso no conectó con los estamentos. Muchos lo vieron siempre con un discurso demasiado institucional, que no generaba conexión, emociones y mucho menos identidad. Su carácter y su forma de ser, además de su oratoria, nunca le permitieron ganarse el cariño de los electores, por mucho que obtuvo la segunda votación en estudiantes y la segunda entre los graduados.
En tercer lugar, creo que se equivocó al rodearse de muchas personas ajenas a la universidad. Tuvo desde un estratega político, varios asesores en comunicaciones, connotados periodistas y colegas del departamento, un gran equipo audiovisual y de marketing, pero la mayoría de ellos ajenos a la realidad de la institución y eso lo llevaba a cada día estar más desconectado de lo que pasaba.
Esto sumado a que muchas de sus propuestas no eran bien recibidas por el estudiantado, como decir que la segunda papeleta era un saludo a la bandera, anunciar que si llegaba a ser rector acabaría las ventas informales con las que los estudiantes se sostienen en su día a día, entre otras.
Otro error creo que fue el caer en la confrontación política, por tratar de limpiar su imagen. Si bien es cierto, hubo docentes que se encargaron de incendiar el debate político en la universidad, como aquellos que no fueron escogidos en la terna y terminaron hablando mal del Consejo Superior, de las elecciones y apoyando el voto en Blanco; también es cierto que el profesor Reyes cayó en ese juego.
Fue el más atacado, hay que decirlo, cuando se escogió la terna, y fue señalado como el más político de los tres elegidos y eso lo llevó a pelear y acusar a unos y otros para limpiar su imagen. Desde ese momento su narrativa dejó de ser propositiva a defensiva, y por estar defendiéndose y atacando, descuidó el conectarse con su electorado. En todos los foros se la pasó acusando a unos y a otros y al final, muchos que terminaron votando en blanco, lo hicieron asqueados del show que se vio en redes, con ataques de uno y otro lado.
Y finalmente, aunque creo que hay muchos más errores desde el sentido político, a Reyes le costó el pelearse con muchos que en el pasado fueron sus aliados, y me refiero a muchos políticos, por limpiar su imagen, mientras al mismo tiempo recibió a otros en su campaña. Esa doble moral lo llevó a que muchos dejaran de verlo como una opción ganadora y terminaran apoyando a otros candidatos.
Por ejemplo, el profesor Rubén Darío Valbuena, que fue creciendo poco a poco hasta convertirse en el único capaz de derrotar a Reyes. Esa favorabilidad le permitió al final recibir el apoyo de muchos, que se sintieron rechazados por Reyes y que querían que no ganara.
Curiosamente la clave de su triunfo estuvo en la fuerza entre los graduados, que son el estamento más débil, pues solo representa el 10% del ponderado, pero que está demostrado que tiene una fuerza capaz de desequilibrar la balanza. Reyes no logró consolidarse allí y al final, ahí estuvieron los 537 votos que marcaron el 1.9% con los que Valbuena se impuso sobre Reyes.
Pero esta contienda no solo deja enseñanzas para Pedro Reyes, que muchos considerarían el gran derrotado de la consulta. También para aquellos que creen que las elecciones en la USCO son iguales a una campaña política. De nada sirvió que el candidato Reyes tuviera un gran plan de medios a su servicio, sacando notas positivas y negativas a diario.
Tampoco sirvió de mucho que hubieran gastado millones de pesos en publicidad en redes sociales, en propaganda impresa, en transporte, refrigerios, logística, pues si bien todos son importantes, y hacen parte de la organización de una campaña, hacen que el candidato se vea como aquello que el estudiantado, los docentes y los egresados más rechazan y repudian: como un político. Es decir, el mayor pecado de Pedro Reyes y aquellos que lo asesoraron fue convertirlo en un político más, en una contienda de una universidad, donde había que escoger, el mejor académico preparado para administrar la institución.
Eso habla mucho de la desconexión que existió y también de por qué al final, el candidato ganador, es un señor que parece todo, menos un político, que mantiene despeinado porque usa las gafas en la cabeza, porque la camisa la lleva a veces desabotonada, porque tiene un lenguaje coloquial y porque a lo largo de su vida en la universidad, se ha vuelto amigo de los estudiantes, docentes y los graduados. Ese perfil amable, se convirtió en su principal arma para derrotar al candidato político.
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La Ñapa
- Felicitaciones también a los estudiantes que apoyaron masivamente el voto en Blanco como una opción independiente a los ternados. Lograron casi 3.000 votos solo ellos, demostrando que son una gran fuerza.
Que no vayan a sacar pecho algunos docentes de ese resultado, porque en su estamento fueron altamente derrotados. Ese resultado es única y exclusivamente de los estudiantes que demostraron tener la capacidad suficiente para tomar sus propias decisiones.
- Regreso con mis columnas luego de unas semanas ausente. Agradezco a todos los que estuvieron escribiéndome y preguntando por mi regreso. Espero que sigamos sintonizados desde este espacio cada semana.
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Por: Andrés Felipe González Díaz
Comunicador Social y Periodista
Especialista en Comunicación Digital
Asesor en Comunicación Política