Muy preocupados se encuentran las autoridades sanitarias del país por el nuevo incremento de contagios y fallecimientos por Covid en algunas regiones del país. De acuerdo con el último boletín expedido por el Ministerio de Salud, en el país durante las últimas 24 horas ascendieron a 24.649 contagios y 163 fallecimientos.
Las muertes por covid-19 en Colombia ascienden a 140.365. Según el informe, en el país se procesaron ayer 46.477 pruebas. Además, se reportaron un total de 6.031.815 recuperados. De esta manera, se llegó a 6.223.497 casos de coronavirus confirmados desde que empezó la pandemia, en marzo de 2020.
Podemos inferir, que desde se autorizó la reapertura de la dinámica productiva el año anterior, a medida que se iban disminuyendo las cifras de contagios y el número de los fallecimientos, el comportamiento irracional presentado en el mes de junio empezó a cobrar factura durante los últimos 10 días, por el incremento sorpresivo de estos indicadores, que desde el mes de agosto de 2021 no se tenían.
Todos conocemos a través de los medios de comunicación, Estados Unidos y algunos países europeos se han vuelto a incrementar los contagios y fallecimientos por este mortal virus. Colombia no es la excepción.
Estos son los resultados de la indisciplina social que ha caracterizado no solamente a los huilenses, sino a gran parte de la población colombiana. A diario observamos a través de los medios de comunicación la anarquía que se presenta en algunas localidades, rompen abruptamente las recomendaciones permanentes de las autoridades sanitarias, a través del cumplimiento estricto de los protocolos de bioseguridad.
Es el colmo que se desarrollen eventos feriales y eventos donde existen aglomeraciones, donde los asistentes, ni siquiera utilizan un tapabocas y no les exigen el respectivo carné de vacunación.
Las respuestas sectoriales y procesos como la vacunación y la reactivación económica demuestran que hay sustrato para redefinir prioridades y ajustar cargas que permitan enfrentar futuras contingencias que vendrán con mejor solvencia.
La pandemia aún no termina, pero en estos tiempos no podemos relajarnos. El virus todavía no ha desaparecido. Recoger lo que la pandemia ha dejado en estos 28 meses daría para sólidos considerandos.
Ahora, la presencia de las nuevas variantes en Colombia, más que pánico debe motivar acciones generales para controlar al máximo su expansión. De hecho, esta situación era predecible, dada la veloz incursión de dichos linajes en la mayoría de los países en el mundo, al punto de que en este momento pone contra la pared a las autoridades sanitarias de muchos lugares que, prácticamente, habían pasado la página de la pandemia y se aprestaban a recibir estos meses en un contexto casi de normalidad.
Tenemos que insistir en la vacunación. El éxito del Plan Nacional de Vacunación nunca se ha medido por el número de contagios, sino por la capacidad de reducción de hospitalizaciones y muertes.
Eso lo hemos conseguido. El Covid sigue, pero estamos mucho mejor que hace un año. Que eso sea motivo para celebrar y para seguir cuidándonos.