Una emergencia marítima ha encendido las alarmas en el sur de Asia y ha causado inquietud en varios países de América Latina, entre ellos Colombia. El pasado 24 de mayo, el buque MSC ELSA 3, de bandera liberiana, se hundió a 38 millas náuticas del puerto de Kochi, en la India, mientras transportaba 640 contenedores, muchos de ellos con pedidos de la plataforma TEMU.
Según autoridades marítimas, el barco presentó una inclinación de 26 grados, producto de una falla técnica combinada con condiciones climáticas adversas. A pesar de los intentos de estabilización por parte de la tripulación, la embarcación terminó por naufragar.
Entre la carga se encontraban 13 contenedores con materiales peligrosos, incluyendo 12 con carburo de calcio, además de 84,44 toneladas de diésel y 367,1 toneladas de aceite industrial, lo que representa un riesgo ambiental significativo para las aguas del océano Índico.
Afortunadamente, los 44 tripulantes fueron rescatados con vida, informó la Oficina de Prensa de la India, que también emitió una alerta máxima para las zonas costeras del país. Se pidió a los pescadores que eviten acercarse al sitio del siniestro, ante la posibilidad de fugas tóxicas o explosiones.
El impacto comercial también es relevante: compradores en Colombia y otros países podrían no recibir sus productos adquiridos recientemente en TEMU, plataforma de comercio electrónico que ha ganado popularidad por sus precios competitivos.