El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) y Profamilia lanzaron hoy la campaña#YoCuidoMiFuturo, cuyo propósito es sensibilizar a la sociedad colombiana sobre la importancia de garantizar a los jóvenes y adolescentes el derecho a tener un futuro promisorio con oportunidades.
Esta iniciativa, que busca fortalecer las acciones en prevención del embarazo adolescente, involucra a los padres de familia como actores clave del diálogo sobre la sexualidad y el acompañamiento de un proyecto de vida a temprana edad.
La campaña resalta la importancia de llevar una vida sexual responsable, promoviendo la toma de decisiones autónomas entre la población adolescente sobre su cuerpo y su vida. El reto es invitarlos a fijarse metas para materializar sus sueños, cuidando las decisiones del presente que afectan el futuro.
El Estado, las familias y la sociedad, por su parte, deben contribuir a concretar estos proyectos de vida y garantizar el acceso a oportunidades de educación sexual integral, servicios de salud sexual y reproductiva y a la defensa contra todas las manifestaciones de violencia sexual y de género.
De forma previa, se han venido adelantando diversas acciones de sensibilización en eventos masivos como la Carrera de la Mujer, la carrera Zombie, el Concurso Nacional de Belleza y activaciones en los municipios de Paz de Ariporo (Casanare) y Valledupar (Cesar).
De igual forma, en los departamentos como Caquetá, Chocó, Magdalena, Norte de Santander, Cesar, La Guajira, Cundinamarca, Cauca, Meta, Risaralda, Antioquia y Valle, los estudiantes de diferentes instituciones educativas han desarrollado talleres y actividades enmarcadas en la prevención de embarazo adolescente.
Gracias a ello se ha impactado a 16.800 jóvenes y adolescentes, 7 mil mil padres y madres y 625 funcionarios públicos y docentes a nivel nacional.
Estrategia Intersectorial para la Prevención del Embarazo
Cabe destacar que el ICBF lidera a nivel nacional la Estrategia Nacional Intersectorial para la Prevención del Embarazo en la Adolescencia con acciones encaminadas a diferentes grupos poblacionales: de 6 a 9 años para realizar prevención temprana, de 10 a 14 años para prevenir también el abuso sexual y de 15 a 19 años y adolescentes gestantes o que ya son padres y madres para prevenir el embarazo subsecuente.
La estrategia ha llegado a 21 departamentos y 75 municipios en los que se presentan las mayores tasas de fecundidad de 15-19 años, con una inversión cercana a los 9 mil millones de pesos.
“El embarazo adolescente es causa y consecuencia de las más grandes inequidades de la sociedad. Trabajar en su prevención es una de las prioridades del Gobierno Nacional, que requiere a su vez la participación activa de la sociedad. Todos debemos comprender que las mujeres adolescentes corren un altísimo riesgo para su salud al quedar embarazadas y muchas veces, al igual que sus parejas, ven truncados su futuro”, afirma Cristina Plazas, directora general del ICBF.
“Debemos apoyar sus sueños y el proyecto de vida que construyen, mientras disfrutan su infancia y su adolescencia sin responsabilidades de adultos, como las que implica ser padre de familia. En esta labor, los medios y alternativas de información también tienen un papel relevante, pues es necesario ofrecerles información útil y adecuada para su edad”, agregó.
A través de la Estrategia se han implementado acciones a nivel nacional y territorial enmarcadas en el fortalecimiento intersectorial, formación y capacitación, movilización social, comunicación para el cambio social y participación significativa de niños, niñas y adolescentes.
#YoCuidoMiFuturo/En lugar de un embarazo, mis sueños, llegará a todos los colegios y lugares públicos del país para invitar a jóvenes y adolescentes a usar el morral adelante, como símbolo de compromiso con la planeación del futuro y el cumplimiento de los sueños.
Esto paralelo a otras iniciativas que lidera el ICBF en el país para disminuir la tasa de embarazos en la adolescencia, con acciones intersectoriales coordinadas con el Ministerio de Salud y Protección Social, el Ministerio de Educación y la Alta Consejería para la Equidad de la Mujer, entre otras.
Panorama del Embarazo Adolescente
Además de los riesgos para la salud de la madre y el bebé, un embarazo a temprana edad conlleva a deserciones y discriminaciones en contextos educativos, familiares y sociales; a la vinculación temprana al mercado laboral; a mayores probabilidades de ingresar a cadenas productivas de subempleo u otras formas inestables de relación laboral; a tensiones familiares y emocionales y a la reconfiguración o aceleración de los proyectos de vida.
Según cifras de la última Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS 2010), el 19,5 por ciento de las adolescentes han estado alguna vez embarazadas.
Es decir que una de cada cinco adolescentes entre los 15 y 19 años es madre o estuvo embarazada. La tasa es mayor en la zona rural, con un 26 por ciento de las adolescentes, frente a la zona urbana, con un 17 por ciento. Esto evidencia las brechas en acceso y oportunidades, así como imaginarios alrededor de la sexualidad que naturalizan prácticas que van en contra de los derechos
La ENDS señala que departamentos como Amazonas, Guainía, Vichada, Chocó y Cesar presentan cifras con mayor tasa de embarazos en adolescentes.
Adicionalmente, los datos más recientes, suministrados por el Ministerio de Salud y Protección Social, indican que los departamentos de Casanare, Meta y Huila cuentan con las mayores tasas de fecundidad adolescente.
“Es importante informar a los adolescentes y jóvenes sobre la importancia de prevenir el embarazo en esta etapa de la vida. De igual manera motivarlos para que se fijen metas y construyan un proyecto de vida que les permita materializar sus sueños en diferentes ámbitos. Para ello se deben generar espacios educativos e informativos a través de los cuales puedan aclarar sus dudas, fomentar confianza e impulsar el diálogo familiar”, señaló la directora Ejecutiva de Profamilia, Marta Royo.
Por otra parte, el número de embarazos en adolescentes tiene una correlación directa con el nivel de ingreso. En este sentido, para 2010, la proporción de adolescentes madres o embarazadas demostró ser casi 3 veces mayor entre las adolescentes del quintil con ingresos más pobre (29,5 por ciento) que entre aquellas de quintil más rico (7,4 por ciento).
Cifras del DANE señalan que (estadísticas vitales 2011), el 66 por ciento de los embarazos en madres en este rango no son planeados, situación que se intensifica al analizar el embarazo. Esto significa que si una adolescente tuvo su primer hijo a los 15 años, tiene una posibilidad del 86 por ciento de tener tres hijos a los 20 años.