Me atrevería a decir que la reinserción a la vida a la vida civil de las Farc empezó con los Rebeldes del Sur y con la Escuela de Formación Artística Manuel Marulanda Vélez.
Los primeros amenizaron conciertos y los segundos encabezaron desfiles en las fiestas sampedrinas. Un gran ejemplo de civilidad y entereza por parte de los huilenses, víctimas históricas del conflicto, con los guerrilleros que tanto temor y terror causaron en el departamento.
No bastaron los llamados al odio y a la polarización como los de Álvaro Hernán Prada, quien no desaprovecha cualquier oportunidad para despacharse contra los guerrilleros desmovilizados y en definitiva, incita a la confrontación de los “colombianos de bien” contra los terroristas de las Farc.
Los huilenses respondieron como deben responder los colombianos en este escenario de posconflicto: con disposición a perdonar, con bastante empatía por el que antes fuera guerrillero, con esperanza de una Colombia con mejores oportunidades para los colombianos. Con un país en el que caben todos.
Naturalmente, las críticas a la presentación de la guerrilla en las fiestas del San Pedro no se hicieron esperar. Es normal. Una comitiva de las Farc participando en este tipo de eventos culturales había sido impensable hace unos cinco años.
No obstante, gracias al esfuerzo del sector privado, la Alcaldía de Neiva, entre otros, se aportó un granito de arena para construir nuevos escenarios que humanicen la guerra y den cuenta que los guerrilleros no son tan distintos a los no guerrilleros.
Solo así podemos dar el paso a un posconflicto con un rostro más humano. El imaginario que tenemos de ellos es de seres sanguinarios, salvajes, violentos, etc. Y varios lo son.
Pero no me quisiera referir a estos guerrilleros que finalmente pagarán con cárcel sus delitos de lesa humanidad. Me quisiera referir a los guerrilleros rasos, que no contaron con oportunidades para escapar de la guerra, que son víctimas y victimarios. Que hoy se alegran por interpretar bambucos y bailar el Sanjuanero por la Avenida Circunvalar de Neiva.
Que saben que la fiesta también es con las Farc.
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Por: Juan Corredor García – juan.corredor@urosario.edu.co
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