Recuerdo como si fuera ayer cuando Edgar Artunduaga Sánchez (QEPD), se aislaba de todo y de todos para hacer lo que con seguridad a él más le apasionaba, redactar su columna de opinión; con la misma que le sacó chispas a más de un personaje en Neiva, el Huila y todo Colombia, levantó ampolla y se posicionó como el columnista más leído en este departamento.
Ahora en la tierra de promisión figura como el columnista de opinión más leído, y seguro que así es, Francisco Arguello, otro excelente periodista huilense que brilla en las altas esferas de la comunicación en este país.
Estos espacios, en los que diferentes pensadores y analistas pueden expresarse abiertamente, sin vetos, eran en el pasado un tesoro de ese gran libro que se recibía a diario llamado periódico – como lo dijera el gran Federico García Lorca -; el mismo que era esperado y deglutido por la comunidad, en un tiempo en que la prensa era un canal de expresión e información supremamente respetado.
Un columnista de opinión serio como tantos que existen y han existido en este territorio y no menciono a unos cuantos porque los otros, que también son respetados opinadores tal vez no lo tomarían a bien, no permite que nadie le manosee su escrito, como lo aseguran algunos ignaros que últimamente han querido bofetear este sagrado ejercicio.
Así pues, hoy en día, la prensa nacional o regional, los portales web y las revistas que permiten que personas de diferentes pensamientos, creencias y profesiones, se expresen libremente, deben ser tomadas o consideradas como templos sagrados de la democracia, porque a través de ellos el pueblo puede pronunciarse.
Sin embargo, hay quienes son enemigos de la libre expresión y de los espacios de tres mil caracteres en los que quienes escribimos decimos lo que pensamos, nos equivoquemos o no, al fin y al cabo, en la opinión no hay equivocaciones reales sino posturas sobre hechos o acontecimientos.
En esta semana leí una extraordinaria columna de opinión del periodista Miguel Antonio Perdomo Lince, quien con su veloz mente de hombre de mil batallas redactó con especial satírica, una crítica al proceso de elección del sumo pontífice; pero también leí un fenomenal artículo que publicó Carlos Yepes Amézquita en el Diario del Huila, titulado “Laudato Si”, que habla sobre la sabiduría del gran papa Francisco (QEPD) en su encíclica del 2015, que tituló de esta misma manera, en la que cuenta en seis capítulos la manera como el obispo de Roma hace un llamado a proteger y a salvar nuestra casa común (nuestro planeta).
Si un lector es cristiano católico radical a lo mejor no le agrade el escrito de Perdomo Lince y sienta simpatía por lo presentado por Yepes Amézquita; pero si el lector es de mentalidad abierta, disfruta del agradable juego de palabras de Miguel y goza con el mensaje de Carlos, las dos son maravillosas opiniones que se vinculan en cuanto al tema tratado, con dos posturas diferentes, y qué más da, es la opinión y es genial que exista.
Por esa importancia que le doy a la libertad de expresión y por esa admiración que me generan quienes tienen la valentía de escribir libremente y se arriesgan a la crítica, es que protesto por la decisión del Concejo Municipal de Neiva de acabar con la categoría “mejor columna de opinión”, del premio Reynaldo Matiz Trujillo, y siento que ahí se equivocaron los cabildantes al mutilar este concurso.
La opinión hay que enriquecerla para que la gente lea, porque como dijera el ya citado García Lorca en su discurso titulado “Dime qué lees y te diré quién eres”, hay que leer y leer mucho para combatir la ignorancia, “porque todavía la ignorancia es terrible y ya sabemos que donde hay ignorancia es muy fácil confundir el mal con el bien y la verdad con la mentira”.
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Por: Hugo Fernando Cabrera – hfco72@gmail.com
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