La revolución tecnológica y de las redes de interacción social, han generado una nueva necesidad humana, crear contenidos interesantes, de alto impacto y atractividad.
Pero cuáles son realmente los contenidos que más llaman la atención en las redes sociales. Serán acaso aquellos que demuestran un alto nivel de conocimiento, o quizá algunos más prácticos, reales y aplicables a la cotidianidad, o simplemente tienen mayor poder de atracción, los más huecos y vacíos.
La verdad las tendencias muestran que no hay una razón lógica para calcular o predecir dicho impacto.
Publicaciones con contenidos triviales, suelen tener mayor éxito que algunas que se esfuerzan por ofrecer un material de calidad. Los contenidos jocosos, las burlas o las quejas, parecieran ser de gran interés para algunos cibernautas, aún mayor de lo que podrían generar publicaciones con alto contenido de aprendizaje.
Es importante analizar las causas de dichas tendencias. Podría pensarse que hace parte de nuestra idiosincrasia, pero realmente es una situación que no discrimina culturas ni nacionalidades.
Tal vez se deba al tipo de público al que se llega, pero en este aspecto es demostrado que los contenidos no estratifican la condición de quién los sigue, no es tema de edad, sexo, educación o posición económica. Es verdaderamente imprevisible tratar de identificar los criterios de atracción correctos.
Lo que si es cierto, es que no debemos traicionar nuestro criterio, por tratar de atraer a los demás. Es preferible tener un grupo selecto de seguidores, a cambiar nuestros principios morales, éticos y académicos, por tratar de agradar a la mayor cantidad de personas.
Los contenidos que publiquemos, reflejan en gran parte nuestra personalidad y criterio. Y los seguidores que queremos cautivar con ellos, también hacen parte de nuestro ser intelectual.
Cada quien decidirá como quiere ser recordado, y que tanta fidelidad pretende lograr de sus seguidores, teniendo siempre en cuenta que es mucho más fácil reemplazar un generador de contenidos vacíos, que uno con criterio, carácter y formalidad.
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Por: Hugo Andrés Rivera Collazos
Administrador de Empresas – Universidad Surcolombiana
Especialista en Planificación de Destinos Turísticos – Universitat Oberta de Catalunya
Correo: hrivera.consultores@gmail.com – Twitter: @hugoandres1975