Desde “la crisis de los misiles”, sucedida en octubre de 1962, en medio de la recordada “Guerra Fría”, no había existido tanta tensión como la que se ha vivido en estos días a raíz de la guerra entre Israel e Irán, fundamentalmente por la participación bélica de Estados Unidos y las amenazas nucleares de Irán.
Vale la pena recordar que la “Guerra Fría” fue un período de tensión política y militar, fundamentalmente entre las dos superpotencias mundiales de la época, Estados Unidos y la Unión Soviética, que comenzó desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945, y se extendió hasta la disolución de la URSS en 1991.
A esta pugna se le denominó de esta manera porque no fue una guerra con enfrentamiento armado entre las dos grandes naciones, sino que fue un conflicto indirecto con fuertes y marcadas rivalidades políticas, ideológicas, económicas y militares.
Es bien sabido por todos, que mientras gozábamos de sampedrito en sampedrito, y de alborada en alborada, con chivas fiesteras revoloteando de un lado a otro de la ciudad y con voladores reventando con gran alegría en el firmamento, el mundo se estremecía debido a los bombardeos que golpeaban tres instalaciones nucleares en Irán, conocidas como Fordo, Natanz e Isfahán, supuestamente para detener el programa nuclear en el que se halla inmerso con el fin de construir armamento nuclear.
Según palabras del presidente Donald Trump, el objetivo era la destrucción de la capacidad de enriquecimiento de uranio de Irán y darle un freno a la amenaza nuclear planteada por el Estado patrocinador del terror número uno del mundo.
Al tenor de esta situación, debemos recordar que Irán y Rusia son aliados estratégicos y forman un eje en el Cáucaso junto a Armenia, cuya capital es Ereván. Debido a las sanciones económicas occidentales en contra de Irán, Rusia se ha convertido en un socio comercial clave, especialmente con relación a las reservas de petróleo iraníes.
Pero, además, Irán ha apoyado a Rusia tanto diplomática como militarmente desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, y ha votado en contra de las resoluciones de las Naciones Unidas que condenan a Rusia por los ataques en contra de su enemigo.
Aunque EEUU ha hecho un llamado a Israel y a Irán, a un cese al fuego, los caprichos, diferencias e intereses, de los países en conflicto no permite bajarle la temperatura a la caldera; así las cosas, no deja de ser tensionante el tema por la cercanía de Rusia con Irán y porque EEUU parece estar dispuesto a todo, tal como lo demostró el día en que bombardeo el territorio iraní.
Mientras tanto, seguimos disfrutando de estas maravillosas fiestas de San Juan y San Pedro, con cabalgatas, carrozas, reinas, alborada, música y pólvora; porque si el mundo se va a acabar, que nos cojan bailando, que nos agarren bebiendo o que nos encuentren gozando, pues como dice el refrán popular: “A beber y a gozar porque el mundo se va a acabar”.
Adenda: Pidámosle a Dios que quienes tienen el poder en sus manos, actúen con responsabilidad humana y con sabiduría Divina.
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Por: Hugo Fernando Cabrera – hfco72@gmail.com
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