El mediocampista Alejandro Bedoya era un niño de siete años cuando la selección que hoy representa venció a Colombia en Pasadena en el Mundial de 1994.
“Recuerdo el resultado en el 94, en ese tiempo iba por Colombia, un autogol cambió el partido, cosas del fútbol”, dijo Bedoya, de ascendencia colombiana, un día antes que Estados Unidos y Colombia disputen el partido inaugural de la Copa América Centenario.
Bedoya nació en Englewood, Nueva Jersey, y creció siguiendo la pasión de su familia: el fútbol. Su padre Adriano, y su abuelo Fabio Duque, fueron jugadores profesionales en Colombia.
Bedoya fue un destacado jugador en el torneo universitario de Estados Unidos cuando fue estudiante de Boston College y Farleigh Dickinson University. Una vez se graduó partió a jugar en Suecia con Örebro SK y Helsingborgs IF entre 2009 y 2013.
En 2013, Bedoya llegó al fútbol francés con el Nantes de la primera división en donde se ha proyectado como uno de los mediocampistas más consistentes de esa liga.
Bedoya es seleccionado estadounidense desde 2011 y estuvo presente en el Mundial de 2014. Pese a su ascendencia y admiración por hombres como Faustino Asprilla y Carlos Valderrama, nunca pensó jugar para Colombia.
“Quizá mi abuelito quería que jugará para Colombia. En realidad siempre me sentí estadounidense”, dijo Bedoya.
El 14 de noviembre, el mediocampista enfrentó a Colombia por primera vez durante un partido amistoso en Londres. Colombia ganó 2-1 en esa ocasión, la última en que se enfrentaron las dos selecciones.
“Hicimos un buen partido Londres, tuvimos buenas posibilidades, si volvemos a tenerlas y aprovecharlas seguro podemos sacar el resultado”, dijo Bedoya, que al final de aquel encuentro cambió camiseta con el legendario defensa Mario Alberto Yepes.
La dinámica y talento serán fundamentales para Estados Unidos cuando intente superar a Colombia, Costa Rica y Paraguay en el Grupo A del torneo.
