La reciente licencia otorgada a Parex Resources, para la exploración y explotación petrolera en el norte del Huila, ha desatado un debate necesario sobre el futuro de nuestro territorio.
Más allá de los argumentos técnicos que la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) esgrime para justificar su decisión, hay una realidad innegable: el agua es nuestro recurso más valioso, y cualquier amenaza contra ella debe ser rechazada con determinación.
En este contexto, la posición del alcalde de Neiva, Germán Casagua, merece un reconocimiento especial. Su rechazo a la licencia de exploración y explotación petrolera no es un acto de oposición gratuita, sino una manifestación clara de liderazgo y compromiso con la protección del medio ambiente y el bienestar de la comunidad.
En una región donde los efectos del cambio climático se hacen cada vez más evidentes, donde las sequías afectan a nuestros campesinos y donde el acceso al agua potable sigue siendo un desafío para muchas comunidades, la defensa del recurso hídrico debe estar por encima de cualquier interés económico.
Los antecedentes de proyectos extractivos en Colombia nos han dejado lecciones difíciles. Las promesas de desarrollo y generación de empleo muchas veces no han compensado los impactos negativos sobre los ecosistemas y las comunidades locales.
Los riesgos de contaminación de fuentes hídricas, la afectación de acuíferos y la transformación del paisaje son consecuencias que no pueden minimizarse con medidas de mitigación que, en muchos casos, terminan siendo insuficientes.
El alcalde Casagua, al alzar la voz en contra de este proyecto, está defendiendo no solo a los habitantes de Neiva sino a todos los municipios impactados. Su postura va en sintonía con el sentir de las comunidades que, en múltiples escenarios, han expresado su preocupación y su negativa a que su territorio se convierta en un campo de explotación sin garantías de sostenibilidad.
No se trata de rechazar el desarrollo ni de desconocer la importancia de la inversión económica, sino de comprender que la riqueza de una región no puede medirse solo en barriles de petróleo.
El Huila tiene un potencial enorme en sectores como el turismo ecológico, la agricultura sostenible y las energías renovables, caminos que pueden generar empleo y crecimiento sin hipotecar nuestro futuro ambiental.
Este es un momento crucial para la defensa del agua en el Huila. La postura del alcalde debe ser respaldada y replicada por otros líderes locales, por la ciudadanía y por todos aquellos que entienden que el verdadero progreso no puede basarse en la degradación de nuestros recursos naturales. En Neiva y en el Huila, el agua es vida, y no podemos permitir que se ponga en riesgo.
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Por: Alejandro Cabrera Collazos
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