Cali y Nacional jugarán la final de la Liga Águila

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Definirán el primer título de 2017 desde el miércoles a las 7:00 p.m., en Palmaseca. La vuelta será el domingo 18 de junio, en Medellín.

Atlético Nacional y Deportivo Cali jugarán merecidamente desde el miércoles la gran final de la Liga Águila. Verdolagas y azucareros superaron en las semifinales a Millonarios y América, que fieles a su grandeza y tradición murieron con las botas puestas.

Y si en los duelos de ida, en el Pascual Guerrero y en El Campín, faltaron emociones, el domingo en la noche  los cuatro equipos se reivindicaron y dieron un gran espectáculo.

En Palmaseca, Cali venció 2-0 al América, con goles de Nicolás Benedetti y Luis Manuel Orejuela, pero el partido, especialmente en la primera parte, fue muy parejo y disputado.

Más cerrado aún resultó el clásico entre Nacional y Millonarios, en el Atanasio Girardot, que se llenó a pesar de la constante lluvia durante todo el día.

Los azules tuvieron una digna presentación. De hecho, en la primera parte generaron las mejores acciones de gol, pero se encontraron siempre con el arquero Franco Armani, prenda de garantía en el arco verdolaga.

En el complemento, sin embargo, Nacional sacó su casta y buscó más el gol. Y cuando todo parecía indicar que se irían a la definición por cobros desde el punto penalti, Dayro Moreno, al minuto 91, decretó la victoria al aprovechar un rebote que quedó tras un cabezazo de Rodin Quiñones, que se estrelló contra el horizontal.

La primera estrella de 2017 se definirá el domingo, en Medellín, porque Nacional ha sido el equipo de mejores estadísticas en el semestre.

De los 24 partidos que ha disputado por Liga, los dirigidos por Reynaldo Rueda han ganado 18, empatado cinco y perdido solamente uno, el 4-3 de la última fecha del Todos contra Todos, ante Medellín.

Los verdes paisas han marcado 40 goles y han permitido solamente 12, para una tremenda diferencia a favor de 28.

Pero aunque el rendimiento del rey de Copas es del 81,6 %, su fútbol no es el mismo que lo llevó a convertirse en uno de los mejores equipos del mundo en 2016. El Nacional del último tiempo, eliminado prematuramente de la Copa Libertadores, cuyo título defendía, es vulnerable en defensa y carece de contundencia.

Sin embargo, sigue siendo el gran candidato al título, pues por nombres, cantidad y organización, a pesar de sus altibajos, es el llamado a llevarse la corona.

Cali ha venido de menos a más. Comenzó el torneo con muchas dudas, lo que generó la salida del técnico Mario Alberto Yepes. Sin embargo, con un plantel de calidad se sobrepuso de la mano de Héctor Cárdenas, conocedor de buena parte de los muchachos del primer equipo procedentes de las divisiones menores.

Presentó su candidatura al eliminar al Medellín en cuartos de final, con una muy buena presentación en casa. Y lo ratificó a lo largo de la serie ante América, en la que sufrió más de lo esperado ante su rival de patio.

Hombre por hombre, Nacional tiene más, sobre todo en el banquillo, pues tiene múltiples alternativas. La nómina caleña es más modesta en la actualidad, pero tiene enorme futuro, en hombres como Luis Manuel Orejuela, Jeison Angulo, Kevin Balanta, Nicolás Benedetti, Juan Quintero, Pablo Sabbag, entre otros.

De cara a la serie final, a los azucareros los números no les favorecen. Jugaron 24 partidos, con nueve triunfos, 10 empates y cinco derrotas. Sus delanteros marcaron 34 goles y sus defensas permitieron 24.

Claro que en una final todo es diferente, como lo reconoció el técnico Cárdenas. “No éramos favoritos contra Medellín, pero sacamos adelante esa llave. Ahora la situación es parecida, pero vamos a tratar de ganarla. Será importante hacer un buen partido en casa, para ir con ventaja al juego de vuelta”, señaló el estratega vallecaucano, quien tendrá que escoger entre los sancionados Orejuela, Benedetti, Roa y Murillo, pues solamente dos podrán actuar ante Nacional el miércoles, gracias a que Camilo Vargas y Abel Aguilar están con la selección de mayores en Europa.

Sobre la final, Reinaldo Rueda, técnico verdolaga, aseguró que “este semestre el equipo ha hecho un gran esfuerzo y mereció la clasificación. La serie ante Millonarios fue durísima, como la esperábamos, pero lo que viene será más duro aún. La cancha no nos ayudó y ahora trataremos de recuperarnos lo más pronto posible para el miércoles”.

Cali buscará su décima estrella en la Liga colombiana. Se estrenó como campeón en 1965 y su más reciente celebración fue en el primer semestre de 2015, con buena parte de la base actual, esa vez bajo las órdenes de Fernando Pecoso Castro. Los azucareros además han sido 13 veces subcampeones.

Nacional, que ya es el más ganador en la historia de la Liga, va por su decimosexta corona. La primera fue en 1954 y la última en el cierre de 2015. Los verdes han sido siete veces segundos.

Con las botas puestas

Dos grandes del fútbol colombiano se quedaron en el camino, pero cerraron el semestre con un buen balance. América, que regresó a la primera división después de cinco temporadas en la B, recuperó el protagonismo de décadas pasadas y equiparó a los clubes consagrados.

Llegó más lejos de lo esperado y en el segundo semestre deberá enfocarse en alejarse del descenso, pues ahora mismo es penúltimo en ese apartado, con 106 unidades, dos detrás de Jaguares y Cortuluá, pero ya con nueve de desventaja sobre Bucaramanga.

El equipo de Hernán Torres, que se vio perjudicado por el mal comportamiento de un sector de su hinchada, que ocasionó una sanción de Dimayor y la decisión de la Alcandía de Cali de obligarlo a jugar a puerta cerrada, tendrá que reforzarse para el próximo torneo e intentar mantener a los jugadores de mejor nivel, aunque será difícil la continuidad de Jeison Lucumí y Cristian Martínez Borja. El préstamo del juvenil Juan Camilo Hernández, se vence en pocos días.

Lo mismo pasa con Millonarios. Le dio la pelea al Nacional más discreto del último tiempo. Lo puso en aprietos y lo asustó, pero al final terminó perdiendo.

Miguel Ángel Russo, ya con mayor conocimiento del plantel y del medio colombiano, tendrá que hacer un balance hombre por hombre y decidir en qué posiciones debe reforzar su plantel.

Lo mejor del semestre fue la aparición de Hárold Santiago Mosquera y la consolidación de John Duque y Jair Palacios.

Lo más preocupante, el rendimiento de tres de los cuatro extranjeros. Excepto el arquero Nicolás Vikonis, los argentinos Enzo Gutiérrez y Maxi Núñez no justificaron su contratación. Tampoco el venezolano Jacobo Kouffaty, un futbolista con talento a chispazos, pero lejos del volante armador que necesita un equipo como Millonarios.

Del entrenador y la junta directiva depende que los escasos recursos del club no se malgasten. Si bien Duvier Riascos anotó siete goles, su costo fue demasiado alto, así como el de Alexis Zapata, a quien trajeron desde Europa y apenas jugó un par de minutos.

Por: www.elespectador.com

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