La Conferencia de las Partes de Biodiversidad (COP16) fue la de mayor participación de la sociedad civil en la historia de esta cumbre mundial, llegando casi al millón de visitantes en la Zona Verde, y también una de las que más expectativas generó, por el momento neurálgico que atraviesa la humanidad, en términos de afectación por el cambio climático. También la Zona Azul, centro de las negociaciones, contó con una presencia nutrida de delegados internacionales, llegando a 23.000 participantes, en total.
Con la escogencia como sede de la COP16 de Cali -ciudad ubicada en la región pacífica de Colombia, una zona rica en biodiversidad- el mensaje que ha querido darle el Gobierno del presidente Gustavo Petro al mundo es que el país está en condición de aportar al equilibrio del planeta, con toda la riqueza natural de su territorio, desde la Amazonía hasta La Guajira, y está en capacidad de liderar, tal y como lo está haciendo, las discusiones globales en la materia.
La COP 16 deja imágenes que dan cuenta que esta fue, en efecto, la COP de la gente y la COP del intercambio académico, social y cultural que recibió insumos desde la sociedad civil a las discusiones de los gobiernos reunidos en la capital vallecaucana.
Los gobiernos nacional, regional y local se unieron por un objetivo común: Hacer que esta COP, con sede en Cali, fuera un éxito, tal y como ocurrio. La conferencia tuvo dos zonas, la azul y la verde, siendo la primera el espacio formal donde se desarrollan las conferencias y negociaciones de los gobiernos. En la foto aparecen, entro otros, el presidente Gustavo Petro, la vicepresidenta y ministra de la Igualdad, la ministra de Ambiente, la gobernadora del Valle, el canciller colombiano, el ministro de cultura y el alcalde de Cali. La foto corresponde al lanzamiento de la zona verde.
En la plenaria de apertura de la cumbre más importante sobre biodiversidad en el mundo, la ministra de Ambiente de Colombia, Susana Muhamad, se posesionó oficialmente como presidenta de la COP16, tras la aprobación por consenso de los delegados de más de 190 países miembros para liderar, facilitar y representar por los próximos dos años el cumplimiento de las metas que permitirán frenar la pérdida de biodiversidad en el planeta. En la foto, la ministra aparece en primer plano con el presidente saliente de la COP15, el chino Huang Runqiu.
La vicepresidenta y ministra de igualdad y equidad, Francia Márquez, ha enfocado muchos de sus esfuerzos desde el Gobierno nacional en la región pacífica, una de las más excluidas del país, pero, también, una de las más ricas en biodiversidad. “Esta tiene que ser la COP de la gente y de la paz», dijo la alta funcionaria en la primera sesión de trabajo del subcomité de convergencia regional, en el marco de la COP 16, en el cual participaron los gobernadores de los cuatro departamentos del Pacífico colombiano: Valle del Cauca, Cauca; Chocó y Nariño. La vicepresidenta también lideró el Foro Internacional ‘Hacia la inclusión y el reconocimiento de los Pueblos Afrodescendientes dentro del Convenio de Diversidad Biológica (CDB)’. En la foto aparee la vicepresidenta, Francia Márquez, junto con los gobernadores de Chocó y Nariño.
La cultura fue una de las grandes protagonistas de la COP16, demostrando que todas sus expresiones, junto con las artes y los sabes, hacen parte de la diversidad y la riqueza de Colombia. La agenda reunió más de 350 eventos realizados en 350.000 metros cuadrados en el Bulevar del Río, en Cali, y dos Rutas Bioculturales por el oriente de la ciudad.
El acto simbólico ‘Del agua y de la Tierra’ hizo parte de la agenda de apertura, el 20 de octubre, en la Zona Azul y fue presentado, nuevamente, el 26 de octubre, en el concierto ‘Paz con la Naturaleza: un canto por la vida’, que contó con la intervención de artistas colombianos y latinoamericanos, como Rubén Blades, Ana Tijoux, Aterciopelados, Herencia de Timbiquí y Chucho Merchán, entre otros, convirtiéndose en uno de los grandes momentos de la COP.
Este concierto se desarrolló en el Estadio Pascual Guerrero y ofreció diez horas de música para llamar la atención del mundo sobre la importancia de proteger la biodiversidad y la vida en el planeta.
El tradicional carnaval de blancos y negros de Pasto, inscrito en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, hizo parte de la inauguración de la Zona Verde de la COP 16 para engalanar las tradiciones ancestrales y exaltar las regiones.
Esta Zona se ha constituido como un espacio abierto al público. Su objetivo principal es facilitar el intercambio de conocimientos y experiencias, inspirar acciones para la conservación de la biodiversidad y fortalecer la participación ciudadana en la toma de decisiones ambientales.