Al mejor estilo de los combates de artes marciales mixtas, Neiva se ha convertido en el escenario de peleas callejeras protagonizadas por conductores y guardas de tránsito. Situación que pone en evidencia una cruda realidad: somos una sociedad intolerante que ha perdido el respeto por las normas y las instituciones.
En este ‘cuadrilátero social’ están en su gran mayoría agentes de tránsito, ejerciendo de manera coercitiva y sancionatoria su labor, en el afán de hacer comparendos, olvidando que las campañas de sensibilización y educativas son importantes para consolidar una verdadera cultura del respeto a las normas viales. En algunos casos abusan del poder y en otros, con tufillo a corrupción, por aquello de la mordida o soborno, desprestigian la credibilidad de la institución que representan.
En la otra esquina están algunos conductores que se ‘comen’ los semáforos y los pares, no llevan la documentación requerida, no utilizan casco o circulan en horario prohibido (motociclistas), en general, que no cumplen las normas de tránsito. En casos puntuales, al ser requeridos se han generado controversias y rápidamente se pasa de las palabras a los puños y patadas de lado y lado.
Cualquier agresión o acto violento es reprochable. Nada justifica la violencia, venga de donde venga. Se hace necesario adoptar acciones tendientes a crear una verdadera cultura de respeto general, en la que los ciudadanos acatemos las leyes y los agentes de tránsito presten un servicio eficiente, transparente y sin abusos.
En este año se han registrado más de 30 agresiones a guardas de tránsito, y más de 103 quejas y denuncias de ciudadanos por abuso de autoridad, casos que, según la Oficina de Control Disciplinarios de la Alcaldía, están en investigación para tomar las acciones pertinentes.
Frente al tema, lo que ha dicho en redes sociales el Alcalde de Neiva Gorky Muñoz es que este tipo de conducta no representa su gobierno y que hará todo lo posible para que los abusos de autoridad no se sigan presentando, “porque hemos velado para que haya un trato digno hacia los ciudadanos”.
Señor Alcalde, entonces habrá que implementar jornadas de capacitación en resolución de conflictos, convivencia ciudadana, entre otras acciones, dirigidas a agentes como a conductores infractores. Además, se debe ajustar los filtros de selección a la hora de vincular personal al equipo de guardas.
Finalmente, si queremos convivir en una ciudad organizada vialmente debemos cumplir las norma de movilidad, porque las normas se hicieron para cumplirlas y como ciudadanos nos asiste el deber de hacerlo. Sin embargo, es relevante que los servidores públicos hagan bien su trabajo y den buen ejemplo, porque el buen ejemplo ‘cunde’ y educa.
Y para el debate. ¿Es hora de volver a la Policía de Tránsito? como en Bogotá, que genera respeto, autoridad, oxigena el escenario, y serviría para de paso dar seguridad ciudadana.
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Por: Fabio Gutiérrez – faguti2008@gmail.com
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