No estoy del todo satisfecho con la labor que viene desarrollando el alcalde Neiva, sobre todo porque de una u otra manera ha tenido que actuar conforme a lo que en su momento criticaba, además porque se ha vuelto distante de la gente, puede ser porque la frívola fama de burgomaestre, tema que por demás es pasajero (ya le quedan menos de tres años), lo esté atormentando y lo esté distrayendo.
En una columna que escribí el año pasado dije que pensaba que a Casagua le iba a ir bien por varias razones, primero porque tuvo la oportunidad de estudiar y analizar muy bien la problemática de la capital del departamento del Huila desde su labor como concejal de Neiva y como candidato en dos oportunidades al máximo cargo ejecutivo del municipio, con esto debería llegar con un paquete de obras por desarrollar para sacar adelante esta localidad.
Segundo porque consideraba que German Casagua era un político joven con todo un recorrido por delante, con buena formación, experiencia en lo administrativo, una bonita familia y gran carisma (Edgar Artunduaga le llamaba de manera simpática sexapil político), lo cual podría servirle de plataforma para seguir en su carrera pública con gran éxito.
Hoy en día, no veo aún al líder al que le pronostiqué un buen desempeño como alcalde de Neiva, pero no le pierdo la fe, yo creo que puede aplicar una jornada de terapia de silencio en un retiro espiritual de un fin de semana en el que él, en solitario, sin que los ruidos de la boga lo distraigan, recapacite y piense acerca de lo que está haciendo y cómo lo está haciendo, para que entienda que el hoy es efímero y que puede trascender si mejora su gestión.
Ya todos sabemos que el mandatario local encontró la ciudad como un rompecabezas de mil fichas, regadas en el suelo y con la cara hacia abajo, y ha tenido que, con paciencia, irlas organizando para poder encontrar la manera de armarlo y mostrar la imagen de esa ciudad que él desea dejar a los neivanos.
Por eso me atrevo a decir que no todo es malo como lo aseguran algunos, pues hay cosas que se pueden resaltar como su posición férrea en defensa del medio ambiente, tal y como lo mostró en su disertación hace uno días frente a la Corte Constitucional, en lo que el organismo ha denominado «Diálogos Constitucionales». En este espacio, propicio para elevar un llamado, Casagua Bonilla expresó su rechazo a las acciones encaminadas a explorar y explotar petróleo en la cuenca del rio Las Ceibas, afluente que surte del líquido vital a los habitantes de nuestra localidad. El tema no se puede quedar en el discurso, hay que seguir dando la pelea.
Algo debe estarse haciendo también bien desde el gobierno local y territorial, porque según el ultimo informe presentado por el DANE sobre desocupación, Neiva registra una tasa del 9,1%, siendo ésta la ciudad que más disminuyó el desempleo en el último trimestre móvil evaluado. Es el efecto de las acciones que la ciudadanía no ve pero que se notan en los datos.
No sé si el alcalde Germán Casagua Bonilla tenga un minuto para leer esta columna de opinión, pero como en política hay tanto chismoso, alguno le contará, por eso le digo con sinceridad plena que aproveche muy bien el tiempo que le queda para que devuelva con obras importantes el voto de confianza que le dimos en las pasadas elecciones y asegure así un futuro político promisorio, para bien de su carrera y bien de la ciudadanía.
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Por: Hugo Fernando Cabrera – hfco72@gmail.com
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