Para poder detectar el riesgo que tiene una persona a padecer una enfermedad, los médicos utilizan pruebas de tamizaje. Por lo general, se aplica a personas asintomáticas que, en caso de obtener resultados anormales, son examinadas de manera especializada para conocer su estado de salud con detalle.
Según el doctor Carlos Álvarez, médico infectólogo y vicepresidente de salud de la clínica Colsanitas, “existen tres tipos de pruebas para detectar el coronavirus, pero al ser recientes, su calidad varía de acuerdo con la técnica aplicada para la toma y procesamiento, y a la casa comercial que las ofrece”.
1. La RT-PCR: prueba de detección de material genético
Esta prueba detecta la presencia del material genético del virus (el ARN) y es muy útil en personas con o sin síntomas (se puede conocer la presencia del virus incluso antes de que se tengan los síntomas). Es la recomendada por la Organización Mundial de la Salud. Para su realización, se toma la muestra de las secreciones nasales del paciente. La desventaja de esta prueba es que el virus puede no estar en la nariz.
2. Test antigénico: prueba de detección de proteínas del virus
Esta prueba es muy parecida a las pruebas de detección de drogas y a las de embarazo. Funcionan percibiendo las proteínas del virus y, al igual que la anterior, puede ser útil cuando hay infecciones recientes. Su mayor ventaja es que es económica, rápida en realizar y no necesita equipo o personal altamente calificado. Sin embargo, existe un margen de error asociado al tiempo que pasa desde que la persona se infecta hasta que es posible detectar el virus.
3. Test serológico: prueba de detección de respuesta inmunológica
Esta prueba detecta la respuesta inmunológica que produce una persona ante el SARS-CoV-2 después de haberse infectado y se realiza con la toma de una gota de sangre. El Ministerio de Salud especifica que no se le considera como prueba diagnóstica de una infección vigente, y la OMS no la recomienda para personas que tengan síntomas y requieran atención. El problema con esta prueba es que el organismo puede demorar hasta 14 días en producir una respuesta inmunológica. Sin embargo, esta prueba permite saber si el paciente estuvo infectado y se recuperó. Lo que le da cierta inmunidad, aunque no se sabe cuánto pueda durar y cuán protegida pueda estar la persona.