Según investigadores de la división de Bosques de la Universidad de Montana en Estados Unidos las hormigas cortadoras de hojas de compost producen potentes gases de efecto invernadero al crear montículos de basura de gran tamaño, excrementos, bacterias u otras hormigas muertas.
El curioso estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B, tuvo por investigación el análisis de 22 montículos realizados por hormigas corta hojas en el suroccidente de Costa Rica. En ellos se encontró que debido a las condiciones húmedas y pobres en oxígeno de las pilas, las bacterias producen enormes cantidades de metano y óxido nitroso.
Al analizar los niveles de estos dos elementos se comprobó que las tasas que presentaban rivalizan o superan las de las plantas de tratamiento de aguas residuales y algunas lagunas de estiércol. Sin embargo, la forma en que estas pilas hechas por hormigas afectan al clima es desconocida. Para ello, es necesario realizar el cálculo total de los gases emanados de todas las especies de hormigas cortadoras de hojas existentes en el mundo, lo cual podría ser casi imposible por el tamaño de las colonias y la increíble velocidad de reproducción de las hormigas.
Esta investigación podría explicar un misterio que se ha presentado en otros estudios, donde se detectaron niveles muy variables de metano y óxido nitroso en las regiones donde viven algunas de estas hormigas.
Hormigas cortadoras
Las también llamadas hormigas podadoras, están representadas por 47 especies de estos insectos que pertenecen a los géneros Atta y Acromyrmex. En particular, estas hormigas se dedican a masticar hojas para cultivar hongos, ubicándose en casi todos los rincones del continente americano.
Estas hormigas son conocidas por las grandes cantidades de basura que producen. Una especie en específico, la Atta colombica, es capaz de crear pilas de basura que pueden alcanzar el tamaño de una bañera.
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Crédito: Agencia RedMedios