Donald Trump, en uno de sus típicos actos de patanería, dejó con la mano estirada a Nancy Pelosi y acabó con la tradición de más de 200 años de historia, en los que el “discurso de la unión” era, como su nombre lo indica, una ceremonia en la que los Estados Unidos de América demostraba a sus ciudadanos y al mundo entero su enorme fuerza derivada de mantener la unión de los estados, de la nación, por encima de intereses políticos y partidistas.
En respuesta a su grosería Pelosi, delante de las cámaras y con profundo enfado, rompió y tiró la copia del discurso entregado por Trump.
A todo imperio le llega su fin, el ocaso se evidencia cuando sus gobernantes privilegian sus intereses particulares por encima de los generales de la nación. Es claro que nos encontramos frente a la decadencia de los Estados Unidos que sucumbe frente al surgimiento de China que tiene claro que mantener la unión del país y darle prevalencia al interés general es lo que los lleva a conseguir sus propósitos y enorme desarrollo.
Nuestro Trump colombiano (no por lo patán sino por lo que propone económicamente para el país) dice en una de sus célebres frases que: “Un país es como un barco en el que viajan pasajeros en primera, segunda y tercera clase, todos los viajeros con unas enormes diferencias, pero a todos nos une un propósito, que el barco no se hunda”.
En Colombia pareciera que, aparte del futbol, no hay nada que nos una. El presidente Duque no ha sido capaz de encontrar esos intereses que nos unen como nación y aunque prometió en campaña acabar con la polarización, la verdad es que esta ha aumentado en lugar de disminuir.
Sin siquiera ser líderes regionales nos estamos destruyendo como país, la industria nacional está en una de sus peores etapas, el año pasado nuevamente el sector industrial decreció.
Para mencionar solo un ejemplo, este gobierno no ha querido imponer los máximos aranceles a los productos textiles y de confección provenientes de China que compiten deslealmente con productores nacionales y que acabaron con casi dos millones de empleos de ese importante y tradicional sector productivo.
Incumple el gobierno otra de sus promesas de campaña a pesar que con países asiáticos ni siquiera existe un tratado o acuerdo de libre comercio como si lo hay con USA y la UE.
“Nos unimos o nos hundimos” decía alguna publicidad política de la pasada campaña, por eso, la invitación reiterada presidente Duque es que escuche a su pueblo, una a esta nación en torno al desarrollo, a la educación, a la paz.
El Trump colombiano que hace poco postuló su nombre para sucederlo propone que hagamos un GRAN PACTO NACIONAL en el que quepamos todos, que esté por encima de los intereses particulares partidistas y que privilegie los de la nación colombiana, si usted no lo hace seguramente el sí.
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Por: Diego Muñoz Marroquín – diegom@munozab.com
Twitter: @diegomunozhuila