La Federación Nacional de Cafeteros y Corona anunciaron la finalización de la construcción de los tres prototipos de vivienda rural cafetera que fueron merecedores del Premio Corona Pro Hábitat 2016.
Las condiciones de esta vivienda rural cafetera contemplaban un área inicial de 40 metros cuadrados con desarrollo progresivo y un presupuesto básico de construcción de 36 millones de pesos. El sistema constructivo debía cumplir con las normas de sismo resistencia y el diseño arquitectónico debía ser bioclimático.
Paula Cuéllar, Directora Corporativa de Sostenibilidad de Corona recordó que “estos prototipos debían cumplir con unos requisitos básicos que incluían que las viviendas encajaran con el paisaje cafetero, respondieran a las condiciones climáticas y topográficas de la región y tuvieran en cuenta el patrimonio cultural de los habitantes de las regiones donde se cultiva el café.”
Teniendo en cuenta lo anterior el Premio Corona Pro Hábitat seleccionó mediante una convocatoria profesional, los tres mejores prototipos para desarrollar en las zonas cafeteras del país en el norte, centro y sur, y la Federación Nacional de Cafeteros construyó esos tres prototipos de vivienda en Magdalena, Antioquia y Huila.
Sobre el tema, Carlos Alberto González, Gerente Administrativo de la FNC, destacó, “Nos alegra anunciar la culminación de la construcción de los prototipos de viviendas cafeteras sostenibles que adelantamos con Corona. El carácter modular de estos prototipos los hace muy replicables y escalables para llevar soluciones habitacionales integrales y sostenibles, de bajo costo, a un mayor número de caficultores del país”.
En la zona norte se recuperan las tradiciones de la arquitectura rural
El diseño de los prototipos de la zona norte se enfocó en recuperar elementos tradiciones de la arquitectura rural como el corredor, los portales, los solares y miradores, e involucró un manejo eficiente de los recursos naturales.
El concepto fue desarrollado en el municipio de Fundación (Magdalena) por los arquitectos Carlos Torres, Luis Fique, Juan Pablo Pardo, David Moreno, Germán Betancourt y Simón Fique de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá y se construyó basado en un sistema de prefabricación liviana que consta de módulos en madera estructural y paneles en aglomerado o fibrocemento, que se transportan en paquete y se montan manualmente en el sitio.
Prototipo de zona centro pensado en facilitar el transporte de los materiales requeridos
El Prototipo de las arquitectas Beatriz Rave, María Isabel Arango y Ana Elvira Vélez de la Empresa de Vivienda VIVA de la Gobernación de Antioquia, se desarrolló en terreno de alta pendiente en el municipio de Salgar (Antioquia).
La estructura de la vivienda en su cimentación es en concreto y palafítica[1] para adaptarla a las condiciones geográficas del territorio. Los cerramientos se hacen con paneles modulares en madera de producción industrial, lo que facilita su transporte en vehículos de tracción animal, típicamente utilizados en estas zonas.
Prototipo zona sur – construido en Pitalito adaptable a las necesidades de las familias cafeteras
Este prototipo de los arquitectos de Cali Germán Ramírez Tovar, Valentina Collazos Díaz y Andrés Navarro Ortiz se realizó en Pitalito (Huila) y busca que las familias cafeteras encuentren en su hogar un modelo que se adapte a sus necesidades en una construcción de dos pisos.
La propuesta arquitectónica define un volúmen de dos pisos inicial en el cual se adaptan posteriormente los espacios en su interior mediante divisiones ligeras que pueden ser removidas fácilmente una vez se avance en el desarrollo de la vivienda y de acuerdo a las necesidades de las familias. En este prototipo hay un gran interés en promover el empleo de los materiales naturales como la guadua y el bahareque encementado y en recuperar las técnicas tradicionales de construcción de la zona.