María, Santiago y Jhon, pudieran ser nombres al azar dentro de tantas personas que se llaman así. Pero no lo son. Lamentablemente, son tres homónimos de algunos de los ocho neivanos que se quitaron la vida en lo que va corrido de este año. Y aunque sus nombres a muchos no nos digan nada, a sus familiares sí.
Como sociedad debemos pensarlos, recordarlos y trabajar para que realmente nos sirvan de lección aprendida y prevención de futuros suicidios. No pueden quedarse en casos aislados (pues no lo son, de hecho, los suicidios vienen en aumento: 19 en el 2018, 21 en el 2019, vamos 8 en el 2020 y gracias a la Pandemia COVID-19, el panorama parece ser desalentador) y mucho menos para seguir engrosando las estadísticas de salud (ósea de enfermedad y muerte).
No es que no se haya hecho nada. De hecho, tenemos experiencias exitosas dignas de replicar a nivel nacional como el “plan de choque e intervención social para la promoción de la salud, prevención y atención de la conducta suicida”, la estrategia “no te madures biche”, los “centros de escucha”, líneas de vida, grupos de autoayuda, redes de buen trato, y algunos esfuerzos profesionales, colectivos y organizacionales de gran importancia, relevancia y con un importante trabajo en población vulnerable como la “Fundación ANDA”, entre otros.
Pero algo está faltando, algo o mucho. Para poder continuar avanzando sobre este camino ya transitado por varios actores, necesitamos apuntarle y apostarle como sociedad a la continuidad, ampliación y crecimiento de estos esfuerzos para que sean consistentes y logren un mayor impacto. Y eso se hace con recursos.
Por un lado, está lo general: lo institucional o gubernamental. Tenemos a nivel nacional un marco normativo extenso y amplio, incluida la Política Nacional de Salud Mental y la Política Integral para la Prevención y Atención al Consumo de Sustancias Psicoactivas; pero corresponde a las Regiones su adopción, ajuste, adaptación e implementación con los correspondientes Planes de Acción que no pueden quedarse solo en el sector salud sino transectoriales.
Justo acaban de aprobarse los Planes de Desarrollo del Departamento del Huila y del Municipio de Neiva y corresponde ahora que se traduzca en la financiación de los diferentes Programas y Estrategias para que con su adecuada ejecución se logren las anheladas metas de producto y de resultado que no se queden tan solo en el papel sino que realmente impacten en el mejoramiento de la calidad de vida de nuestra población y consecuentemente en las cifras de morbimortalidad que por tanto incluya una disminución por ejemplo en el número de intentos de suicidio y en el número de suicidios consumados.
Está demostrado que trabajando sobre cuatro aspectos básicos/críticos se puede lograr: acceso a elementos peligrosos (en Neiva por ejemplo la mayoría se ha matado por ahorcamiento, luego por intoxicaciones y luego por armas de fuego; en EEUU el 51% de todos los suicidios son por arma de fuego y el 60% de las muertes por armas de fuego son suicidios), los sistemas de salud (muchas de las personas que mueren por suicidio visitan el médico general o de atención primaria en el mes anterior a su muerte, en Neiva no tenemos datos pero en EEUU son el 45%), los servicios de urgencias (muchos de los que mueren por suicidio tuvieron un ingreso por el servicios de urgencias en el año anterior a su muerte, en Neiva no conozco el dato pero en EEUU son el 39%) y el sistema carcelario (el suicidio es la principal causa de muerte en las cárceles y ha aumentado en los últimos años, en Neiva no conozco el dato pero en EEUU ha aumentado el 30% imaginemos en nuestro caso como será con las condiciones de hacinamiento que existen).
Por otro lado, está lo particular: nosotros como sociedad. Por eso se necesita un enfoque en promoción de la salud y prevención de la enfermedad.
Detectar casos no solo en los servicios de salud, sino en los ambientes educativos, laborales y comunitarios; que permitan su rápida y oportuna derivación a profesionales e instituciones de atención.
Necesitamos mantener y reforzar nuestras redes de apoyo (empezando por nuestras familias y grupos religiosos), mejorar nuestra cultura en la salud mental (empezando por dejar de un lado el estigma al psicólogo y al psiquiatra, la verdad es que tomémoslo como queramos: o ellos no son solo para los locos, o ya estamos todos locos; pero todos debemos ir periódicamente, con frecuencia, a un psicólogo y a un psiquiatra), saber identificar (sospechar), acompañar (escuchar), preguntar (directo y sin rodeos), responder (con empatía) ante una persona en crisis (el suicidio es un proceso y se puede prevenir).
“El lazo de la muerte: cuando el suicidio toca a tu puerta” resulta ser una frase que resume la historia de muchas personas y familias en el mundo: aproximadamente una cada 40 segundos se mata y una cada 4 segundos lo intenta.
En los últimos seis años en Neiva, han sido 135 las personas que se suicidaron, de estas la inmensa mayoría fueron hombres de la zona urbana que decidieron hacerlo en su propia casa, por ahorcamiento, un martes o un domingo y ante conflictos con la pareja o con la familia.
Y ojo que dije mayoría, pero también fueron mujeres, también en la zona rural, también en sitios públicos, también por intoxicación o por armas de fuego, también en los otros días de la semana y también ante otros motivos como crisis económicas, duelo u otros.
Vivimos momentos difíciles siempre y cada uno según sus realidades, pero justo en este momento nos une el atravesar la Pandemia COVID-19 que nos ha planteado muchos desafíos y muchos más vendrán en la pospandemia.
Así que debemos prepararnos y estar listos como sociedad para que salgamos adelante entre todos, como hemos venido haciéndolo, cada uno haciendo su mejor esfuerzo, pero en temas como este, no podemos improvisar. Necesitamos mejor salud mental para que el suicidio no toque tu puerta ni la de nadie más.
Pdta. 1: Los datos suministrados son extraídos de fuentes internacionales, nacionales, regionales y locales oficiales. Pero en el caso de nuestro país pueden no ser exactos, si es que se encuentran, como ellos mismos lo advierten. Cosas que pasan en nuestro país.
Pdta. 2: Declaro conflicto de interés (si es que así se puede llamar) el ser católico, misionero de Lazos de Amor Mariano, el estar estudiando Psiquiatría, el tener familiares que se han suicidado, el conocer personas que han pensado suicidarse, el ser un sobreviviente al suicidio que conté con la bendición de haber tenido a quien me preguntara, quien me escuchara y, sobre todo, quien con empatía me respondiera y me acompañara. A ellos gracias, toda la Honra y la Gloria sean para Dios y, mi vida a Jesús y María (Totus Tuus).
Pdta. 3: Lo vivido el “día sin IVA” resultó realmente absurdo. Citando la frase de un familiar: “gente comprando cosas que no necesita, en ofertas que no existen y con plata que no tienen”. Ignorancia de un pueblo, necesitamos más educación. Abusos de un comercio, debería ser sancionado por inflar los precios.
Y la única responsabilidad de un Gobierno que lejos de su obligación de preservar la vida y salud de una población, en pleno contexto de Pandemia fija una fecha para el día sin IVA y sin ningún tipo de planeación, vigilancia y control. Esto no fue un intento de suicidio sino un intento de “homicidio” que ojalá no resulte.
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Por: David Andrés Cangrejo Torres – dactmed@gmail.com
Médico en Psiquiatría
Twitter: @davidcangrejot