¡Por fin!, es la expresión que le hemos escuchado a diversas personas, luego que se conociera el lunes pasado que el Comité ejecutivo del Polo Democrático, oficializara la candidatura presidencial de Jorge Enrique Robledo, el mejor senador por varios períodos, en concepto de varios estudios de opinión.
Su aspiración inicia con nueve propuestas preliminares, que se irán ajustando, a medida que intercambie criterios con los miles de voluntarios en que se soportará su campaña: ponerle freno a la corrupción desbordada, que ha permeado a toda la institucionalidad y al sector privado poniendo en riesgo la viabilidad del país.
Cumplir los acuerdos a los que se comprometió el gobierno para firmar la paz, que permita mantener un ambiente propicio de discusión civilizada y solución a los problemas de pobreza, que aquejan a la mayoría; mejorar las condiciones de vida y trabajo de los sectores populares, agobiados por la falta de ingresos y trabajo, un sistema de salud que no cura ni previene, educación de precario nivel; apoyar a la pequeña y mediana empresa, del campo y la ciudad que brinden oportunidad de empleo decente que incrementen el producto interno de manera equilibrada.
Proteger el medio ambiente, con énfasis en el tema del agua, de tal forma que la explotación necesaria de recursos naturales, se encadene con las actividades productivas, sin acudir a la depredación absoluta de la naturaleza; fortalecer la prestación de los servicios públicos, garantizando el suministro vital y manteniendo tarifas costeables para los usuarios.
Reglamentar los servicios del sector financiero para que contribuyan al desarrollo nacional, y no continúen actuando como unos parásitos que succionan la riqueza que genera el trabajo; preservar la democracia y los derechos ciudadanos, para que los ciudadanos recuperen la credibilidad en las instituciones y respeten las diferencias de diferente orden.
Estimular las relaciones internacionales con otros naciones mediante acuerdos y políticas que respeten la soberanía nacional, la autodeterminación de los pueblos y el progreso nacional, de tal manera que se revisen tratados firmados en perjuicio de la nación, como ocurre con los TLC con Estados Unidos y Europa, sin que signifique la pérdida del necesario intercambio comercial y cultural con esos países.
Se inicia una ardua tarea, en la que los colombianos decididos a derrotar a los mismos con las mismas, tendremos que aportar para vencer las maquinarias y el dinero de la Unidad Nacional y el uribismo responsables de lo que tenemos; si quieres apoyar inscríbete en www.jorgerobledo.com/voluntarios
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Por: Libardo Gómez Sánchez – libardogomez@gmail.com
