El primer triunfo del Atlético Huila en la era del técnico argentino Jorge Vivaldo, lo consiguió con una gran dosis de testosterona.
Al Huila le reconozco su buena disposición e iniciativa durante el primer tiempo y la lucha, el esfuerzo, la entrega, la generación, la eficiencia y eficacia para rematar con goles en la segunda parte.
El resultado ante el DIM, uno de los favoritos a llevarse el título de campeón de este semestre, reconforta y genera confianza en el interior del plantel.
Ante Medellín destacamos la labor de Andrés Ricaurte y Cristian Canga.
El primero se responsabilizó de la fase ofensiva y puso a cobrar al segundo que anotó dos goles de gran factura.
Ante el DIM, Atlético Huila conjugó el verbo ganar y lo hizo con coraje, y temperamento a la hora de defenderse y buen manejo, control y resolución cuando atacó.
Cristian Canga remató con gran frialdad, categoría y potencia.
Esta victoria poderosa, además de ser un bálsamo para el alma, es fuente de motivación para el cuerpo técnico y jugadores, quienes deben preparar el siguiente juego frente a Santa Fe, con la convicción que se debe ser mucho más rápidos y cuidadosos en todos los puestos, pero esencialmente en el sector izquierdo de la defensa.
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Por: Carlos Andrés Vargas Tamayo – @averiguelovarga