Acostumbramos a creer que los candidatos que aspiran a ser elegidos democráticamente, van a “ganar” un cargo, pero no se trata de ganar, se trata de ser “elegido”.
Y es que hay que tener claro que la Alcaldía de Neiva no es el premio mayor de la lotería que se va a “ganar” alguien, aunque a algunos les parezca que es así, porque creen que llegando al cargo garantizan un salto enorme en el aumento de su patrimonio; asumen implícitamente, que un porcentaje de los recursos que van a ejecutar les pertenece, incluso, a sabiendas de que su accionar ilícito los puede llevar a la cárcel, están dispuestos a correr ese riesgo por varios miles de millones de pesos.
Rodrigo Lara Sánchez representa para muchos neivanos, un cambio real para nuestra ciudad, una nueva forma de hacer política y sobre todo, una persona con las manos limpias, al que nadie puede tachar de corrupto o de haberle robado un peso a alguien.
Algunos se preguntan ¿pero como un médico exitoso, quiere dejar de ganar muchos millones como cirujano de tórax, para pasar a ganar mucho menos como alcalde de Neiva?, precisamente, por esta razón, es porque debemos confiar en que nuestro voto valdrá la pena, porque le estamos entregando el manejo del presupuesto del municipio, a alguien para quien el dinero no es el factor más importante en su vida, alguien para quien la gente es su razón de hacer política.
Así que aquí y ahora, no se trata de que un candidato “gane”, se trata de “elegir” a alguien honesto para que trabaje dirigiendo nuestra ciudad con transparencia, que cumpla con sus promesas y su programa de gobierno, sin tocar un peso más allá del que recibirá de sueldo.
Seremos quienes votemos por Rodrigo, los primeros en vigilar y exigirle que cumpla con lo que nos propuso en campaña, le vamos a dar nuestro voto porque lo consideramos el mejor candidato y no, como nos ha tocado en otras ocasiones, votar por el menos malo.
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Por: Óscar Emilio Antolinez Collazos – oscarantolinez@gmail.com
