La zozobra campea por las calles de Neiva, los datos de desempleo siguen en dos dígitos muy por encima de la media nacional y, esto, ha conllevado a una decepción generalizada en todos los rincones de la capital y del Huila entero.
Parece que nuestros gobernantes no reaccionan -eso se pega-. Caras lánguidas, mentes cerradas y corazones desechos, ojos que se opacan y ya no brillan y, la visión de muchos hechas trizas; casas y apartamentos en arriendo, locales comerciales desocupados y centros comerciales tan solos que asustan, los supermercados no dan punto de equilibrio y ni imaginarnos que puedan haber bajones de precios pues el IVA hay que pagarlo.
Consecuencias de las malas políticas económicas impuestas por el gobierno Central, desaceleración de la economía y de la inversión a causa de la crisis petrolera, pero también de la corrupción. Sumado a ello, la falta de capacidad de gestión de recursos de quienes dirigen nuestros destinos y la falta de visión de la mayoría nos hace entrever, que estamos empezando a retroceder.
Pero hay algo claro y es que depende de cada quien y cada uno es quien empieza a forjar su propio destino, en ese sentido traigo a colación una frase que decía mi madre, “cuando estamos en crisis hay dos opciones: llorar o vender los pañuelos”, yo prefiero ser quien venda los pañuelos, pero eso sí con muchos más que quieran sumarse a venderlos conmigo, pero eso no será posible si nos dejamos permear por tanta desidia y desapego moral para la reconstrucción de nuestra sociedad.
Cada quien es libre de hacer algo diferente para que su propia economía empiece a cambiar, cada quien, con algo de visión, de tesón y de esfuerzo, puede hacer que las cosas empiecen a tener ese anhelado resultado diferente que buscamos y no con inmediateces, ya que lo fácil es raro, todo lo contrario, con ganas y con trabajo, con construcción de metas, con apego a que las cosas van a cambiar de manera positiva.
Decía Albert Einstein en una de sus muchas frases célebres “Locura: hacer lo mismo una y otra vez y esperar un resultado distinto”. De tal forma que si nos la pasamos haciendo lo mismo: llorar, criticar, alardear, quejar, nada diferente vamos a obtener.
Todo lo contrario, el resurgimiento debe dejar de depender de los demás, para convertirse en un reto personal, el resurgimiento de la nueva vida económica se realizará por cada persona, por cada familia que entienda que sólo depende de cada quien, que depende de emprender algo nuevo, algo diferente para dejar de tener los mismos resultados.
A caso de quien depende la economía, pues de nosotros mismos, y eso así como se debe hacer que el sistema y los sistemas dependan de todo el conglomerado y no el conglomerado de los sistemas, de esta forma se podrá erradicar la pereza mental y la desidia que se ha pegado tanto al ser humano. La libertad no depende de los demás, la libertad depende de cada quien y de la forma en cómo se seguirá construyendo la vida entera. ¡resurjamos!
Adenda: Ni @DanielSamperO ni @AlvaroUribeVel son un ejemplo a seguir.
Este país necesita algo diferente #NoMásPolarización
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Por: Jorge E. Lozano Mestre – labrajor@gmail.com
Twitter: @JorlozanoMest