No a la violencia

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El hecho violento ocurrido el día de ayer en la ciudad de Bogotá, en la que una camioneta irrumpió a la fuerza en la Escuela de Cadetes General Santander ha generado repudio nacional e internacional.

No es para menos que haya censura generalizada frente a estos acontecimientos que se presentaron en esta escuela de policía de la capital colombiana, en la que se registraron cerca de 20 muertos y aproximadamente 50 heridos, como consecuencia de la explosión, pues el Alto Gobierno ha expresado disposición de diálogo con los grupos violentos que aún desarrollan acciones beligerantes en el territorio nacional.

Políticos, gremios, clero, comunidad Cristiana en general y otros sectores representativos, se pronunciaron rechazando el hecho terrorista suscitado ayer jueves 17 de enero, fecha que pasará a la historia violenta del país, porque se interrumpe intempestivamente una tranquilidad y una paz que se había venido experimentando desde hace varios años, lo cual había cambiado positivamente nuestra imagen a nivel internacional y había generado confianza entre todos los colombianos, por lo menos frente a este tipo de amenazas.

Me solidarizo totalmente con las familias de quienes perdieron la vida en este hecho y de quienes en este momento padecen heridas y lesiones, consecuencia del mencionado atentado, el cual golpea moralmente a todos los compatriotas, pues a esta institución de formación policial, llegan jóvenes de todas las regiones, buscando un futuro para ellos y para sus familias, en medio del servicio a la patria. De hecho, hace pocos días habían ingresado aproximadamente ochocientos alumnos que comenzaban su preparación y entrenamiento; estudiantes hijos de familias humildes, normales, que seguramente hacen un esfuerzo sobre humano para poder costear la carrera de oficial a sus familiares.

El maestro, compositor e intérprete huilense Jaime Ricardo Guío compuso un tema musical muy bello, en medio de la guerra que se desarrollaba en Colombia por la confrontación armada entre la guerrilla de las FARC, hoy amnistiada, y las fuerzas armadas del Estado; época en que se elevaban plegarias a Dios para que culminara de una vez por todas este conflicto y se diera fin a las acciones bélicas que arrojaban cada día muchos muertos que entristecían cotidianamente a las familias colombianas. (La pueden escuchar en www.youtube.com si copian este link https://www.youtube.com/watch?v=fFPsRq2pZrY).

En esta canción se eleva un clamor a los actores de más de medio siglo de violencia, para que tomando conciencia de las consecuencias de la misma, valoraran lo que se tiene en un país tan rico y lleno de tesoros de valor incalculable, comenzando con los seres humanos que habitamos esta nación y el inmenso potencial que hay; la fortuna en flora, fauna y en general todo el ecosistema, la riqueza minera, y un sinnúmero de valores que no alcanzo a enumerar en este escrito.

Pido además a los gobernantes, congresistas de todos los partidos, líderes políticos y sociales, que regulen su discurso en ocasiones incendiario y busquen en medio de las diferencias la unidad nacional, para poder superar las dificultades de seguridad que aún subsisten.

Por: Hugo Fernando Cabrera – hfco72@gmail.com
Twitter: @Hufercao04

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