La actividad turística es en la actualidad, una de las que genera mayor desarrollo local, y su contribución a la productividad de nuestro departamento es cada vez más notoria, pero su crecimiento y desarrollo dependerán de las estrategias de sostenibilidad y sustentabilidad con las que se promueva.
El turismo como cualquier otra industria, requiere insumos técnicos, humanos, económicos y de marketing, siendo la calidad de estos, un factor determinante para su posicionamiento. Aunque todos son importantes, es fundamental abordar lo relacionado con los recursos naturales y patrimoniales, que al final se convertirán en el principal insumo del producto turístico, dependiendo de su capacidad para consolidarse como un atractivo.
Recursos naturales como montañas, lagos, ríos, cuevas, cascadas y muchísimos otros se convierten en esas “máquinas” que generan productos turísticos de alto impacto principalmente en categorías como ecoturismo y turismo de aventura; así como también complementan dichos productos las haciendas típicas, construcciones históricas, monumentos, murales, tradiciones culturales, artísticas, religiosas y gastronómicas, y muchas más relacionadas con el denominado Patrimonio Cultural, y que se convierte en las grandes maquinarias que mueven y promueven productos exitosos en líneas como la Historia y la cultura, Ferias y eventos, Agroturismo y Turismo rural, entre otros.
Estas “máquinas” de la industria turística, como cualquier otra herramienta industrial requieren de personal capacitado en su operación, cuidado y mantenimiento. Es fundamental que entendamos que el desarrollo turístico dependerá de las estrategias que implementemos para su conservación.
En lo relacionado con los recursos naturales, su utilización debe ir de la mano con todas las normatividades creadas para la preservación del medio ambiente. La creación de una conciencia ambiental en las personas juega en este punto un papel preponderante.
En lo que tiene que ver con el Patrimonio Cultural, su preservación, conservación y adecuado uso, serán fundamentales a la hora de darle la categoría de atractividad. En este tema la formación de la cultura turística, juega un importante rol. Los habitantes de los destinos, deben ser los principales custodios de este importante legado, y para ello fomentar el sentido de pertenencia por lo nuestro se convierte en una estrategia prioritaria.
Empecemos a reconocer la actividad turística, como una industria “Sin chimeneas”, pero si con un conjunto de maquinarias tan potentes, que tienen esa capacidad de crear los más asombrosos productos turísticos, que convierten a nuestros destinos en lugares mágicos, únicos e irrepetibles. Tenemos en nuestro Departamento un verdadero paraíso por descubrir, pero a la vez una enorme responsabilidad en su conservación; para que este hermoso paraíso, no se nos convierta con el paso de los años en un verdadero infierno.
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Por: Hugo Andrés Rivera Collazos
Administrador de Empresas – Universidad Surcolombiana
Especialista en Planificación de Destinos Turísticos – Universitat Oberta de Catalunya
Correo: hrivera.consultores@gmail.com – Twitter: @hugoandres1975
