Bonitas son las campañas políticas cuando se desarrollan con altura, con ética y con transparencia, así las contiendas se hacen más interesantes y menos pendencieras, con lo cual se muestra respeto por los otros candidatos y por el electorado mismo.
En la actualidad se han puesto de moda los “Asesores de Marketing Político”, profesionales del mercadeo que se han especializado en el diseño de campañas políticas, desarrollo de estrategias comunicacionales y otro tipo de acciones propias de los procesos eleccionarios, en el legislativo y en el ejecutivo.
No obstante, no todos los que dicen llamarse “Asesores de Marketing” actúan con el profesionalismo y la conducta que merece dichas contiendas, algunos acuden a prácticas turbias que ennegrecen estos procesos y le cambian de tonalidad, con lo cual lo único que se logra es que se suba un poco la temperatura y comiencen a desarrollarse acciones poco elegantes.
Estos neo asesores en ocasiones son más peligrosos que un loco con pistola automática y en medio de sus elucubraciones desquiciadas comienzan a efectuar movimientos que incluso ponen en juego el positivo desarrollo de las campañas de sus asesorados, haciéndolos parecer débiles en lugar de fuertes, oportunistas en lugar de astutos, torpes en lugar de perspicaces y deshonestos en lugar de honorables.
El precandidato a la Alcaldía de la ciudad de Neiva Dilberto Trujillo Dussán, dijo en una entrevista que “La corrupción comienza desde las mismas campañas” y es cierto, por ello ha instado a sus colegas para que firmen un pacto por la transparencia en donde se comprometan a respetar los topes de financiación electoral y a no atacar a las demás campañas.
Obviamente este tipo de invitaciones para personajes acostumbrados a manejar las cosas de manera distinta no son atractivas, qué van a ser llamativas, si su proceder se enmarca en actuaciones turbias y moralmente pobres.
Por otra parte, con el fortalecimiento de los medios digitales a través del internet, se han descubierto técnicas para penetrar las cuentas privadas de otras personas, o crear perfiles falsos para poder desarrollar acciones agresivas y adelantar ataques para tratar de afectar la imagen de los otros candidatos, lástima que así sea, porque al final se termina identificando la IP de los computadores de donde se originan los ataques y la verdad es que es lamentable cuando se descubre quién está llevando a cabo estas operaciones.
Otra forma desatinada de hacer política es aprovechar reuniones públicas para pararse al lado de un dignatario, un alto representante del clero, un influenciador social o político o un líder comunitario, para que, en un descuido de éste, un taimado fotógrafo, a escondidas, retrate el saludo o el momento y lo publiquen en redes sociales o en medios de comunicación, para que la gente piense que existe un vínculo y se sienta atraída hacia éste, actitud esta que lo convierte en una persona poco grata para acercarse y saludarla en un acto de cortesía y amabilidad, propias de las personas afables y educadas.
Así que amigos candidatos, no se dejen desorientar de sus asesores, no todas las fotos son buenas, no todas las acciones de marketing digital son éticas y suman, así que controlen a sus paparazzitos y cámbienles la pistola automática mejor por una de agua, pienso que les puede ir mejor.
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Por: Hugo Fernando Cabrera – hfco72@gmail.com
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