La logística y planeamiento de Río 2016 involucra unos números de escala olímpica: apenas en los estadios deportivos, los Juegos demandarán el uso de cerca de 32.000 pelotas de tenis, 400 balones de fútbol, 8.400 plumas de bádminton, 250 carros de golf y 54 barcos, entre otros.
En la villa de olímpica, la más grande de la historia, el equipamiento incluirá cerca de 80.000 sillas, 70.000 mesas, 29.000 colchones, 60.000 perchas, 6.000 televisiones y 10.000 teléfonos inteligentes. En total, los Juegos requerirán más de 200 kilómetros de vallado de seguridad, suficiente para rodear la Lagoa Rodrigo de Freitas –el escenario del remo y el canotaje en el sur de Río- unas 27 veces.
Para almacenar todo ese material, Río 2016 se está usando dos depósitos. Uno de 15.000 metros cuadrados en Barra da Tijuca, en el oeste de Río, está siendo usado para ensamblar y suministra el mobiliario y equipamiento para la villa de los atletas. El otro es mucho más grande con 90.000 metros cuadrados, que contiene todo el equipo necesario para las instalaciones deportivas.
“Nuestro mayor desafío fue planear e implementar los procesos y procedimientos en los depósitos. Tuvimos que comenzar de cero. Estoy muy orgulloso de mi equipo”, afirmó Mauricio Gonçalves, director de logística de los Juegos Olímpicos.
