Miguel Ángel López o “Superman López” como se le conoce en el mundo ciclístico mundial, es un joven campesino que tuvo una adolescencia similar a la que vivieron cientos de jóvenes, que fueron víctimas de una política fraguada en el gobierno de Uribe en la época que su ministro de defensa fue el expresidente Santos.
En ese momento, apurados por demostrarle al país que la seguridad democrática obtenía logros derrotando a la guerrilla, ofrecían beneficios en dinero y otras gabelas a los militares que dieran de baja a presuntos guerrilleros.
Así indujeron a muchos militares a asesinar a muchachos del campo y la ciudad a los que vestían como milicianos para presentarlos como miembros activos de los grupos insurgentes, a sabiendas de que las armas más letales que hubieran portado en su vida era un machete o un azadón para el trabajo.
El informe publicado por el New York Times en el que se expone las directivas del ejercito colombiano, en el gobierno de Duque, que conmina a oficiales y soldados a aumentar el número de operativos, de detenidos , de enemigos dados de baja, estimulados con la oferta de compensaciones de diferente índole, nos regresa a la época de los falsos positivos.
La diferencia radica en que ahora no necesitan demostrar que derrotan a una insurgencia que ya se entregó, ahora por el contrario se pretende mostrar fraudulentamente un estado de beligerancia y violencia permanente, que dista mucho de los niveles de otras épocas, como prueba del fracaso de los acuerdos de Paz.
No basta con desprestigiar a la JEP, el instrumento convenido para juzgar los crímenes cometidos durante el conflicto con las FARC, por ellos, por los militares y por terceros.
Aunque el proceso de paz fue convenido con el gobierno norteamericano y por ello mantuvo un delegado permanente en las negociaciones, que vigilara el acatamiento de las directrices del imperio, si Trump logra la reelección el camino estará allanado para que el propósito del actual gobierno de cancelar el acuerdo de Paz prospere, a pesar del llamado de un grueso número de congresistas norteamericanos que reclaman al presidente el respeto a lo pactado.
La integridad de muchos “Superman” como el extraordinario ciclista mencionado arriba, que contribuyan con su esfuerzo y dedicación al desarrollo de la nación y el reconocimiento en el mundo, depende de la decisión de los colombianos de fortalecer o debilitar a quienes agencian tan reprochables políticas.
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Por: Libardo Gómez Sánchez – libardogomez@gmail.com