No quisiera escribir columnas de opinión que amonesten a la administración que de una u otra manera personalmente y en compañía de buen número de personas cercanas apoyé en campaña y ayudamos a conquistar la Alcaldía.
Pero como ciudadano crítico que soy, es mi deber y mi derecho expresar mi posición frente a determinaciones tomadas por la persona que llevamos con nuestro sostén y nuestros votos al palacio municipal.
No es un secreto el rechazo popular generalizado; no hay reunión o junta en la que no se mencione el año perdido para Neiva por las fallas protagonizadas desde la administración, sin dejar de reconocer algunas cosas positivas que aisladamente sacan la cara por ésta.
Me refiero por ejemplo, a la buena labor desarrollada por la Secretaría de Movilidad, que le ha devuelto en cierta medida la seriedad y responsabilidad al ejercicio del necesario control del tráfico en la ciudad, que no andaba bien, pero ahora se ve y se siente un trabajo que aunque incomoda a quienes por falta de civismo y respeto por la ciudadanía se hacen merecedores de acciones que buscan educar y culturizar a la población que se desplaza en sus vehículos por las vías de la localidad.
La Secretaría de Salud no ha pasado desapercibida y ha desarrollado campañas bastante notables en procura de atender la proliferación de virus y enfermedades tropicales que hoy por hoy se constituyen en un grave problema de salud pública, y otras acciones que inducen a la prácticas deportivas, ayudando así a mejorar la calidad de vida de la población.
No obstante, este despacho tiene mucho por mejorar en la gestión de recursos para una mayor efectividad en sus tareas. Debo mencionar entre lo positivo, en términos generales la labor de la Secretaría de Educación, aunque se conocen quejas y reclamos por la falta de transparencia que le endilgan en la ejecución de traslados de docentes, pues corre la especie de exigencias económicas por parte de algunos responsables de otorgar el visto bueno para tales diligencias.
Me cuentan que tanto el secretario como su jefe directo son conocedores de la anómala situación. La Secretaría de Gobierno muestra un decepcionante manejo político y falta de seriedad y responsabilidad frente a la alucinante invasión del espacio público, el creciente número de invasiones y la desesperante cantidad de bares y cantinas que con la estridencia del ruido generado por sus equipos de sonido, tienen al borde un ataque de nervios a muchos sectores residenciales de nuestra capital.
Lo malo, definitivamente, la gerencia de Las Empresas Públicas de Neiva, que también califica para lo feo, generando al Alcalde un permanente desgaste político y administrativo sin precedentes.
El egoísmo de la supuesta ejecutiva hace que esta, tozudamente, se mantenga desafiadamente aferrada al puesto sin medir el daño que le produce al burgomaestre.
Pero su apetito y capricho no le permiten dar un paso al costado facilitándole las cosas al ejecutivo municipal.
El manejo gris que le viene dando a la contratación en la entidad es solo una muestra de las acciones que riñen con el discurso de transparencia de la nueva administración sin que el doctor Lara se quiera dar por enterado.
Feo, muy feo, el espectáculo que exhibe el triunvirato femenino que con consejas y chismes que desacreditan a sus compañeros de equipo, trata de ganarse y aumentar la confianza del Doctor, como si el desprestigio ajeno y la adulación al mandatario fueran unos de los requisitos para el derecho a permanecer en el poder.
El tema del Sistema Estratégico de Transporte Publico -SEPT- es tan delicado, que amerita un escrito especial y exclusivo en una próxima oportunidad.
Gracias por haberme permitido llegar hasta ustedes en el presente año y déjenme desearles junto con sus familias un venturoso 2017.
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Por: René Cantillo Álvarez – renedcantillo1@hotmail.com